La falta de combustible en aeropuertos colombianos genera una ola de cancelaciones y ajustes en las operaciones de las aerolíneas, impactando a miles de pasajeros en todo el país.
La industria aérea de Colombia enfrenta una crisis sin precedentes debido a un desabastecimiento de combustible que ha afectado a varios aeropuertos del país. Avianca, una de las principales aerolíneas colombianas, se ha visto obligada a suspender la venta de tiquetes y a cancelar numerosos vuelos en ciudades clave como Barranquilla, Cartagena, Santa Marta, Valledupar y Medellín. La situación, originada por un apagón eléctrico en la refinería de Cartagena el 16 de agosto de 2024, ha dejado en evidencia la vulnerabilidad de la infraestructura energética y su impacto directo en el sector aéreo.
Origen de la Crisis: Apagón en la Refinería de Cartagena
El 16 de agosto, un apagón eléctrico en la refinería de Cartagena, operada por Ecopetrol, interrumpió la producción de combustible en una de las plantas más importantes del país. Esta interrupción afectó el suministro de jet fuel (combustible para aviones), lo que rápidamente se tradujo en problemas de abastecimiento en los aeropuertos colombianos. Ante la escasez, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) alertó sobre la posibilidad de suspensiones en las operaciones aéreas, que no tardaron en materializarse.
Impacto en las Operaciones de Avianca
La falta de combustible ha obligado a Avianca a tomar medidas drásticas para minimizar el impacto en sus operaciones y en los pasajeros. A partir del 26 de agosto, la aerolínea suspendió la venta de tiquetes para vuelos desde Bogotá hacia varias ciudades, incluyendo Cartagena, Barranquilla, Santa Marta y San Andrés, durante toda la semana. Además, se cancelaron vuelos desde y hacia el Aeropuerto Internacional José María Córdova de Medellín, afectando rutas provenientes de Bogotá, Cúcuta y Bucaramanga.
En un comunicado, Avianca informó sobre la implementación de varias medidas para enfrentar esta contingencia. Entre ellas, destacan los ajustes en los itinerarios, la posibilidad de cambios sin penalidad para los pasajeros afectados, y el cierre temporal de ventas para asegurar la reacomodación de los viajeros. Asimismo, la aerolínea ha optado por cargar combustible adicional desde aeropuertos internacionales y realizar paradas técnicas en otros países para abastecerse.
Respuesta de la Aeronáutica Civil y Ecopetrol
La Aeronáutica Civil de Colombia emitió una circular informativa el 28 de agosto, permitiendo a las aerolíneas reorganizar, suspender o cancelar vuelos hasta el 4 de septiembre, con la condición de notificar a los pasajeros con al menos 24 horas de anticipación. Este documento es una respuesta a la crisis y busca brindar flexibilidad a las aerolíneas para que puedan ajustar sus operaciones conforme a la disponibilidad de combustible.
Por su parte, Ecopetrol anunció el 18 de agosto que la producción en la refinería de Cartagena había sido restablecida en sus 35 unidades operativas. La empresa implementó un plan de trabajo exhaustivo para garantizar la continuidad del suministro de combustibles, incluyendo la importación de 100,000 barriles de jet fuel, que se espera lleguen al país entre el 30 de agosto y el 1 de septiembre. Este esfuerzo tiene como objetivo cumplir con el mínimo legal establecido del 95% en el suministro de combustible para aviones hacia finales de agosto.
Perspectivas y Desafíos
La crisis de combustible ha puesto en evidencia la necesidad de fortalecer la infraestructura energética y logística en Colombia para evitar que situaciones como esta se repitan. A corto plazo, se espera que la llegada de los barriles importados y la normalización de la producción en la refinería de Cartagena ayuden a estabilizar el suministro de jet fuel y a reanudar las operaciones aéreas en los aeropuertos afectados. Sin embargo, el impacto económico y logístico ya se ha dejado sentir, y los pasajeros continúan enfrentando cancelaciones, reprogramaciones y retrasos.
Mientras tanto, la industria aérea sigue en alerta, y los pasajeros deben estar atentos a las actualizaciones de sus vuelos y a las medidas implementadas por las aerolíneas para mitigar los efectos de esta crisis. La situación ha servido como un recordatorio de la importancia de contar con planes de contingencia sólidos y una infraestructura robusta que garantice la continuidad de los servicios esenciales, incluso en situaciones de emergencia.