El gobierno de Canadá ha anunciado nuevas restricciones en el programa de trabajadores extranjeros temporales en respuesta a preocupaciones sobre fraudes y abusos que han afectado el mercado laboral y las cifras de empleo para los ciudadanos canadienses.
A partir de ahora, las empresas sólo podrán contratar hasta un 10% de su fuerza laboral bajo el flujo de bajos salarios perteneciente a este programa, una reducción significativa respecto al 20% permitido anteriormente.
El primer ministro Justin Trudeau, en un comunicado oficial, expresó que esta medida busca proteger los intereses de los trabajadores canadienses, quienes se han visto afectados por el aumento en la contratación de trabajadores extranjeros.
La decisión también responde a la creciente tasa de desempleo en el país, que actualmente se sitúa en un 6.4%, con un alarmante 14.2% entre los trabajadores más jóvenes, el nivel más alto en una década, exceptuando los años de la pandemia.
La política original, implementada durante la pandemia de COVID-19, permitió a las empresas aumentar la contratación de mano de obra extranjera para suplir la falta de trabajadores locales. En 2022, las autoridades canadienses relajaron aún más las restricciones, permitiendo que hasta el 20% de las plantillas estuvieran compuestas por trabajadores temporales extranjeros, y eliminando la prohibición que impedía acceder a este tipo de contrataciones cuando la tasa de desempleo superaba el 6%.