Incremento de problemas auditivos en jóvenes por volumen alto en videojuegos y dispositivos
Riesgo de sordera por uso excesivo de dispositivos
El uso excesivo de dispositivos a altos volúmenes aumenta el riesgo de sordera, especialmente entre gamers. En el marco del Día Mundial del Videojuego, que se celebra el próximo 29 de agosto, expertos destacan que la popularidad de los videojuegos y dispositivos electrónicos sigue creciendo, impulsada por nuevas tecnologías y títulos innovadores. Sin embargo, este incremento en su uso también ha llevado a un aumento en los problemas auditivos entre adolescentes y niños, quienes a menudo utilizan estos dispositivos a volúmenes elevados.
Problemas auditivos en aumento
La frase clave “uso excesivo de dispositivos a altos volúmenes” se refiere a la práctica común entre muchos gamers de jugar a niveles de sonido intensos durante varias horas. Esto puede provocar afecciones auditivas como la hipoacusia, que es la pérdida parcial de audición, y acúfenos, la percepción de zumbidos o pitidos en los oídos. Según MED-EL, una empresa especializada en soluciones auditivas, la exposición constante a ruidos superiores a los 70 decibelios, típicos en muchos videojuegos, puede dañar el oído, superando niveles aceptables que pueden llegar hasta los 110 decibelios.
En México, uno de los principales mercados de videojuegos en América Latina, los jugadores también son vulnerables a estos problemas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor de 40 millones de personas en América Latina y el Caribe sufren de pérdida auditiva discapacitante, cifra que podría aumentar a 87 millones para 2050.
Prevención y cuidado auditivo
El uso prolongado de audífonos para escuchar videojuegos incrementa el riesgo de sordera. Los afectados por esta condición pueden experimentar acúfenos, un síntoma común relacionado con la exposición continua a niveles elevados de sonido. Dulce María García Jacuinde, médico audióloga y de soporte clínico en MED-EL México, enfatiza la importancia de realizarse pruebas auditivas periódicas para detectar oportunamente problemas y prevenir un mayor deterioro del oído.
Identificar la sordera a tiempo puede mejorar la calidad de vida de quienes se ven afectados. Tecnologías como audífonos e implantes cocleares ofrecen soluciones efectivas para restaurar la capacidad auditiva, dependiendo del grado de pérdida de audición.
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