Por: Azul Etcheverry
La situación en Haití cada día va empeorando, el crimen organizado tiene atrapada a la población sin que las autoridades puedan hacer mucho para contrarrestar la inseguridad que tiene el país. Los grupos criminales escalaron el nivel de violencia para que el entonces Primer Ministro (PM), Ariel Henry, renunciara a su cargo.
El país caribeño tiene un grave problema de inseguridad y de acceso a servicios desde el terremoto que tuvieron en 2010 y el huracán Matthew en 2016, ha resultado complicado reconstruirlo por la falta de recursos y por la pobreza persistente en la mayoría de la población.
Después de la dimisión del PM Henry, en abril del presente año, se designó un consejo de transición quien nombró a un interino hasta encontrar al candidato ideal para tratar de solventar la crisis en la que se encuentra el país. Con una votación 4 a 3, Fritz Bélizaire es el nuevo mandatario de la nación caribeña, aunque sus opositores no estuvieron de acuerdo con la designación, buscarán la forma de revocar el acuerdo.
Los grupos criminales que tienen tomada la capital del país, Puerto Príncipe, han sitiado los principales puntos de la ciudad. Las mujeres son las más vulnerables ante los ataques de estas bandas, de acuerdo con ONU Mujeres, muchas de ellas han sido víctimas de terrorismo sexual (donde las mujeres han sido violentadas para generar terror dentro de la población) y también han aceptado realizar trabajos sexuales para poder obtener dinero para comprar comida.
El escalamiento de la violencia del país se debe a un Estado de derecho bastante debilitado por la corrupción, falta de infraestructura en los servicios básicos, la policía no combate el crimen porque no tienen los insumos para hacerles frente. Organizaciones civiles apuntan que las bandas criminales tienen respaldo de varios políticos y autoridades para actuar con impunidad.
Al país caribeño han llegado cerca de 600 policías kenianos, como parte de la misión conjunta con la ONU, quienes buscan apoyar en tareas de contención y hacer frente a las pandillas que están presentes en Haití, se pretende que lleguen cerca de 2500 efectivos, no solo de Kenia, sino de países como Chad, Benín, Bangladesí, Bahamas y Barbados. En los próximos años se podrán ver los avances de esta misión, donde el objetivo es regresar la estabilidad al capital del país y reconstruir a la nación.
Poder traer estabilidad al país caribeño llevará bastantes años, además de una inversión elevada en dónde la deuda tendría que aumentarse. Estados Unidos, la Unión Europea y México han creado programas para ayudar a Haití, pero ha sido insuficiente por la situación de deterioro.
La crisis humanitaria de Haití es de las más graves en el mundo, ha provocado que miles huyan del país por la falta de oportunidades laborales, la pobreza y por el acoso de las bandas criminales. Con una oposición en contra de la designación del Primer ministro, se buscará traer estabilidad política y social, un camino complejo ante los retos que representa el contexto actual.