Por: Freddy Serrano
Si bien se vale tener sueños, acceder al sórdido e inestable mundo de la política resulta complejo para aquellos que ingenuos, se enfrentan con el contraste de su esperanza y creencias ante una realidad que tiene de todo, fundamentalmente sorpresa.
Cualquier cosa puede pasar y de hecho pasa, ahora bien, hacer política confíando ciegamente en la intuición y el olfato, pasa factura.
Esta bien asumir que se requiere renovación y que se hace necesario resolver dinámicas de antaño: promesas vacías a expensas de líderes que no cumplen, pero no caer en la inocencia influenciados por la falta de experiencia. Hacer política incluye manipulación emocional, improvisación y repentismo, estar alerta y cuestionar lo que nos dicen o prometen para no caer en la ilusión.
No es sencillo y menos para los que neófitos piensan erradamente que basta con ser buenos, aquí confluyen todos los pecados capitales cuya representación manifiesta:
polarización, falta de diálogo constructivo e incapacidad de llegar a acuerdos.
El complejo contraste está revestido en diferencias de opinión, ideologías y enfoques que pueden llevar a conflictos y distanciamientos entre personas o grupos, todos atraídos por diferentes motivaciones y objetivos, y que enfrentan comportamientos ilusos o deshonestos frente a los cuales, es importante mantenerse informado y buscar líderes que realmente representen valores y principios.
No hace falta ser un experto para entender lo obvio: “la política no es para todos pero nos involucra a todos”, se trata de encontrar oportunidades, aprovecharlas con agilidad y ser intrépidos al enfrentar los retos.
¿Sabe usted de asuntos públicos?, ¿sabe negociar y llegar a acuerdos?, ¿a perdonado sin rencor?, ¿sabe lo que es sacrificar tiempo de calidad con los suyos?, ¿comunica bien?, ¿aguanta la crítica o las presiones externas?… ya casi está listo para entrarse a la política.
Por FREDDY SERRANO DÍAZ
Estratega Político