La incidencia global de Microsoft que afectó a numerosas empresas de distinta índole en todo el mundo está relacionada con un fallo técnico y no hay indicios de que detrás de este incidente haya un ciberataque, señalan expertos consultados por EFE.
En concreto, aunque no vinculado a un ciberataque, el problema sí está relacionado con una empresa de ciberseguridad.
La empresa admitió el fallo y aseguró que ya trabaja para revertir estos cambios.
Dicha actualización defectuosa provocó que diversas computadoras estén atrapadas en un ciclo de arranque, también conocido en el sector como la “Pantalla Azul de la Muerte”, afectando a servicios aeroportuarios, aerolíneas, redes ferroviarias, medios de comunicación y otras organizaciones en todo el mundo.
Actuación rápida
Josep Albors, director de investigación y concienciación de ESET España, dice a EFE que lo que se sabe seguro es que la firma de ciberseguridad CrowdStrike publicó el incidente, y lo hizo “muy rápido”.
También publicó la manera de solucionarlo de forma manual y próximamente lanzará un parche correctivo; en este sentido la respuesta fue muy buena, comenta el experto.
La actualización defectuosa es lo que ha provocado la aparición de las pantallas azules en los sistemas Windows, tanto de clientes como de servidores, encadenado una serie de problemas por todo el planeta, desde Australia a Japón y ahora en Europa y en Estados Unidos.
Las pantallas azules son solo características de Windows, no aparecen en Mac ni Linux; se trata de un mensaje de error que se produce cuando Windows no puede recuperarse de un fallo del sistema, explica Albors.
“Con los datos de los que disponemos, de momento no hemos visto indicios que apunten a un ciberataque”, concluye el experto.
Las grandes empresas tienen externalizados sus servicios en la nube y las principales son las de Amazon, Microsoft y, en menor medida, Google. “Si ha habido un problema, como el de ahora, todas las empresas que tienen sus servicios en estas nubes se van a ver afectadas”.