El Huracán Beryl tocó tierra en la costa de Texas el lunes, desencadenando intensos aguaceros y poderosos vientos que dejaron a más de un millón de clientes sin electricidad, según informó CenterPoint Energy en Houston. Las calles en Houston quedaron bloqueadas por las crecidas, mientras persistían las alertas por inundación a lo largo de la costa texana.
Beryl, que llegó como huracán de categoría 1 con vientos máximos sostenidos de 128,7 km/h, se esperaba que se debilitara a tormenta tropical y luego a depresión tropical en los próximos días, según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS). La tormenta provocó la cancelación de más de 1.000 vuelos en los aeropuertos de Houston y generó preocupaciones por inundaciones repentinas, con pronósticos de hasta 25 centímetros de lluvia en algunas áreas.
Las autoridades texanas instaron a los residentes a prepararse para inundaciones, aguaceros y vientos, mientras que varios condados costeros emitieron desalojos voluntarios en zonas bajas propensas a inundaciones. La Casa Blanca anunció el envío de recursos de emergencia, incluyendo equipos de rescate y agua embotellada, a la región afectada.
Beryl, que previamente había causado estragos en México y el Caribe, continúa siendo monitoreado mientras se espera que se mueva hacia el nordeste en los próximos días.