La esperanza de vida en América ha aumentado, pero con ello también ha crecido el número de personas que viven con Enfermedades No Transmisibles (ENT), según un reciente informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Este aumento ha generado una considerable pérdida de calidad de vida y un mayor riesgo de discapacidad y muerte, impulsando a los países de la región a tomar medidas urgentes para abordar estos desafíos.
Un Informe Revelador
El informe titulado “Principales causas de muerte y carga de morbilidad en las Américas: Enfermedades no transmisibles y causas externas” analiza la carga de morbilidad y mortalidad en América entre 2000 y 2019, con un enfoque particular en las ENT. Estas enfermedades incluyen:
- Enfermedades cardiovasculares
- Cáncer
- Enfermedades respiratorias
- Diabetes
- Trastornos mentales
- Trastornos por consumo de sustancias
- Afecciones neurológicas
- Lesiones no intencionales e intencionales (causas externas)
Las ENT, que no se transmiten por contagio directo, fueron la principal causa de muerte en la región, con una tasa de 412 muertes por cada 100,000 habitantes en 2019. En comparación con otras regiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), América experimentó un aumento del 31% en el número de personas afectadas por ENT entre 2000 y 2019.
Un Envejecimiento Acelerado
El informe destaca que el crecimiento y el rápido envejecimiento de la población en América han contribuido significativamente al aumento de muertes por ENT. La población regional creció de 829 millones a 1,010 millones entre 2000 y 2019, con un notable incremento en el grupo de personas de 40 a 64 años y mayores de 65 años. Este cambio demográfico presenta un reto para los sistemas de salud, que deben prepararse para una mayor incidencia de ENT a medida que la población envejece.
El informe también revela disparidades significativas en la tasa de mortalidad por ENT dentro de la región. La tasa de mortalidad en el Caribe Latino es aproximadamente 1.5 veces mayor que en la subregión Andina. Además, los hombres experimentan tasas más altas de muerte y discapacidad que las mujeres, principalmente debido a enfermedades cardiovasculares y cáncer, así como a altas tasas de violencia interpersonal. Sin embargo, las mujeres tienen una probabilidad significativamente mayor de sufrir violencia de pareja y trastornos de ansiedad y depresión.
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