En una contienda marcada por una baja participación, el candidato reformista Masud Pezeshkian y el ultraconservador Said Jalili se enfrentarán en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Irán. Según el anuncio realizado por el Ministerio del Interior el sábado 29 de junio de 2024, ningún candidato logró obtener la mayoría absoluta en la primera vuelta, celebrada el día anterior.
“Ninguno de los candidatos obtuvo mayoría absoluta,” declaró Mohsen Eslami, portavoz de la oficina electoral del organismo. La segunda vuelta se llevará a cabo el próximo 5 de julio.
Resultados de la Primera Vuelta
De los 24,54 millones de votos escrutados, Pezeshkian, diputado reformista, obtuvo 10,41 millones de sufragios, lo que representa el 42% del total. Por su parte, Jalili, conocido por su participación en las negociaciones internacionales sobre el programa nuclear iraní, recibió 9,47 millones de votos, equivalentes al 38%.
Estas elecciones son significativas en la historia electoral de Irán, siendo la segunda vez desde la revolución islámica de 1979 que una elección presidencial se decide en segunda vuelta. La primera vez ocurrió en 2005. En esta ocasión, ambos candidatos superaron con claridad al presidente conservador del Parlamento, Mohamad Bagher Ghalibaf, quien obtuvo 3,38 millones de votos, y al único religioso en competencia, Mostafa Purmohammadi, con 206.397 sufragios.
De los 61 millones de electores llamados a las urnas, solo 24,54 millones ejercieron su derecho al voto, lo que representa una participación del 40%. Este es el nivel de participación más bajo registrado desde 1979. Diversos grupos opositores, especialmente aquellos en la diáspora iraní, habían instado a la población a boicotear los comicios.
Importancia Internacional
Las elecciones en Irán atraen la atención global debido al papel estratégico del país en Medio Oriente y su implicación en crisis regionales, desde el conflicto en Gaza hasta la controversia sobre su programa nuclear. La elección del próximo presidente podría tener un impacto significativo en la política interna y externa del país.
El próximo 5 de julio, Irán decidirá entre dos visiones contrastantes: la reformista de Pezeshkian y la ultraconservadora de Jalili. Los resultados de esta segunda vuelta determinarán el rumbo del país en un momento crítico para su futuro político y económico.
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