En el mundo de los automóviles, la fiabilidad y seguridad son aspectos clave que preocupan tanto a fabricantes como a conductores. En ese sentido, uno de los avances más relevantes es la creación de los neumáticos antipinchazos, una tecnología de vanguardia que disminuye drásticamente los riesgos relacionados a los indeseados pinchazos y las incomodidades que conllevan. Estos modelos están diseñados para continuar funcionales incluso tras dañarse.
Como están ganando bastante popularidad, en este artículo te contaremos sobre sus características más llamativas, hablaremos acerca de su funcionamiento, sabrás qué tipos existen en el mercado, y mucho más.
Funcionamiento de las ruedas antipinchazos
Actualmente existen varias marcas que fabrican ruedas antipinchazos, como Pirelli, Hankook, Toyo Tires, y más. Estas crean ejemplares que no estallan ni pierden una excesiva cantidad de presión, ubicándolas entre las más funcionales del mercado. Si bien es cierto que poco a poco pierden aire, su múltiples capas protectoras y el sistema de seguridad hacen que la llanta nunca tome contacto directo con la carretera.
Como si eso fuera poco, los anillos de sujeción impiden su explosión. Los materiales de refuerzo se fabrican con un caucho especial que resiste las altas temperaturas posiblemente generadas por la fricción.
Tipos de neumáticos antipinchazos
Run flat
Las run flat son las más comunes del mercado, existiendo modelos de ruedas Toyo Tires, Continental, Bridgestone, y muchas más. Estas son capaces de soportar el peso del vehículo permitiendo su conducción incluso luego de una total pérdida de presión. Las paredes laterales se encargan de aguantar los kilogramos del carro hasta, aproximadamente, 100 kilómetros de distancia. En caso de pinchar, no hay que conducir a más de 70 km/h.
Eliminan la urgencia de tener que cambiar el neumático para seguir conduciendo, pero a costa de un precio más elevado y una conducción menos cómoda por su rigidez. Además, el vehículo debe estar equipado con un sistema de monitoreo de presión de neumáticos.
Los run flat están compuestos por una carcasa interior muy resistente que se apoya en la banda de rodadura al estar con poco aire. Sus flancos reforzados evitan las deformaciones, mientras que el anillo de sujeción impide que el neumático se desenganche del rin.
De autosellado
Las de autosellado presentan un revestimiento especial que automáticamente sella los pinchazos. Este se desplaza hacia el agujero para taparlo de inmediato. Destacan por no necesitar de una rápida intervención del conductor, conservando la presión incluso tras sufrir varios pinchazos pequeños.
No obstante, pierden prácticamente toda su efectividad si el corte es muy grande o sucede en uno de los laterales. Al añadir un poco de peso, perjudica levemente la performance en la carretera.
Con inserciones de polímero o gel
Las llantas con gel o inserciones de polímero funcionan de forma similar a las de autosellado, resolviendo muy rápidamente la aparición de pinchazos pequeños. Dichas inserciones pueden ser reemplazadas o recargadas, alargando la vida útil de la rueda. Al igual que los anteriores, tampoco corrigen los daños severos.
En comparación con los de autosellado, son parecidas a las run flat por soportar temporalmente el peso del carro para que el conductor continúe circulando a pesar de las llantas estén con muy poca o nula presión.
Macizos
Los macizos son de los más especiales, ya que funcionan sin aire en su interior. Se fabrican con sólidos materiales como caucho o polímeros que imitan la elasticidad de los neumáticos tradicionales. Son inmunes a pinchazos, el mantenimiento tiene un costo bajo y no necesitan de revisiones de la presión del aire.
Como desventajas, son bastante más pesados que los clásicos y empeoran la experiencia de manejo debido a su nula amortiguación de aire. Presentan una baja eficiencia energética y, en determinadas condiciones, puede que se desgasten a mayor velocidad.
De baja presión
Con respecto a los de baja presión, distribuyen mejor el peso del carro y disminuyen el riesgo de pinchar. Su amplia área de contacto con la carretera reduce la presión en los puntos individuales y, con ello, las probabilidades de sufrir una perforación. Ofrecen una excelente tracción en terrenos blandos tales como nieve o arena.
No son ideales en cualquier tipo de vehículo y se desaconseja su uso en caso de circular a altas velocidades. Por su alta resistencia al rodamiento, consumen un poco más de combustible.
Duración de los neumáticos antipinchazos tras pinchar
La cualidad más relevante de estás llantas es poder seguir andando de manera segura a pesar del pinchazo, pues los flancos reforzados impiden el estallido. Para usarlos hay que tener un sistema TPMS para que este avise si la rueda pierde presión producto de un desperfecto.
Si te pasa y recibes dicho aviso, deberás disminuir la velocidad a menos de 80 km/h y circular menos de 100 kilómetros. Algunos alcanzan los 150 kilómetros, pero depende del modelo y tipo de daño.
Otras denominaciones
Además de los reconocidos runflat, en el mercado actual existen varias denominaciones a tener en cuenta:
SEAL
Los SEAL poseen una capa sellante en el interior. Esta impide la pérdida de presión en el momento exacto en que algún objeto indebido penetra en la carcasa de la rueda. La goma de sellado se adhiere a él y, una vez este es removido, la goma cierra y sella la totalidad del agujero.
UPTIS
Por su parte, los UPTIS son considerados como los neumáticos del futuro. Esto se debe a su tecnología de vanguardia que llega para revolucionar por completo el mercado. Las cámaras de aire son reemplazadas por láminas de resistentes y elásticos materiales, comportándose con indiferencia al sufrir un pinchazo.
¿Cómo funciona el líquido antipinchazos?
El líquido antipinchazos es la mejor manera de convertir un par de neumáticos tradicionales en uno resistente a los cortes pequeños e intromisión de objetos punzantes. Este líquido debe ser colocado dentro de la cámara, y para ello se saca el pivote protector para que expida el aire.
Una vez hecho eso, el profesional inserta manguera del líquido en la válvula de la llanta. En poco tiempo, el componente químico se distribuye, pero para eso hay que darle vueltas para que su dispersión sea uniforme.
Paulatinamente notarás que la rueda gana dureza producto de la aplicación del sellador. En caso de que tenga orificios generados por piedras, clavos u otros artefactos punzo cortantes, el líquido saldrá por ellos con el fin de rellenarlos y repararlos rápidamente.
Para concluir con el arreglo, la rueda tiene que estar en movimiento. Por ese motivo, tendrás que manejar el automóvil un rato. Esa acción es clave para que el esparcimiento y sellado sean perfectos. Tras algunos kilómetros, deberás detenerte para comprobar que no existen más pérdidas de presión.