Rusia ha emitido una severa advertencia a Estados Unidos tras un reciente bombardeo en Crimea, acusándolo de estar involucrado en el conflicto y de “matar a niños rusos”. Esta declaración subraya la escalada de tensiones entre ambas naciones a raíz del conflicto en Ucrania.
El Ataque en Crimea y las Acusaciones de Moscú
El lunes, Rusia acusó a Estados Unidos de participar directamente en un ataque ucraniano en Crimea, realizado con misiles estadounidenses de largo alcance. Moscú considera que la autorización de Washington para que Kiev utilice estos misiles contra regiones rusas y Crimea implica una participación activa en el conflicto.
“Es evidente que la participación de Estados Unidos en los combates, su participación directa, que conlleva la muerte de ciudadanos rusos, tiene que tener consecuencias”, afirmó Dmitri Peskov, portavoz de la presidencia rusa. Peskov también instó a periodistas a cuestionar a sus gobiernos sobre “por qué matan a niños rusos”.
Según el ejército ruso, las fuerzas ucranianas dispararon cinco misiles ATACMS el domingo, de los cuales cuatro fueron derribados cerca de Sebastopol, sede de la Flota rusa del mar Negro. El ataque resultó en la muerte de al menos cuatro personas, incluidos dos niños, y dejó más de 150 heridos.
La cancillería rusa convocó a la embajadora estadounidense en Moscú, Lynne Tracy, para comunicarle que estas acciones no quedarían impunes y que Estados Unidos ha pasado a formar parte del conflicto en Ucrania. Rusia ha prometido represalias por este ataque.
La Posición de Ucrania y la Comunidad Internacional
Ucrania considera que los objetivos militares en Crimea y dentro de Rusia son legítimos, especialmente debido a la presión en el frente y la escasez de recursos. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha amenazado con entregar armas equivalentes a los enemigos de las potencias occidentales para que golpeen sus intereses globales.
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