El presidente de la Cámara de Comercio (Canaco) de la Ciudad de México, José de Jesús Rodríguez, ha solicitado una regulación más estricta del comercio chino en el Centro Histórico. La medida busca frenar el desplazamiento y desalojo de los comerciantes locales, quienes se ven cada vez más afectados por la competencia desleal.
Ingreso masivo de mercancías sin pago de impuestos
Rodríguez informó que la Canaco ha identificado la entrada de 85 millones de lotes al país, cada uno con un valor inferior a los 50 dólares, lo que permite evadir el pago de impuestos. Gran parte de esta mercancía, señaló, se destina al Centro Histórico de la ciudad. Estos productos, que abarcan desde tecnología hasta ropa y calzado de baja calidad y precio, están desplazando a los productos nacionales.
“Existe un análisis de la Canaco en relación a un crecimiento desmedido de productos de origen chino. Están llegando una gran cantidad de productos a muy bajo precio, pero de mala calidad, y afecta la productividad y el desarrollo de la industria mexicana y sin duda alguna distorsiona los precios de mercado,” explicó Rodríguez a El Sol de México.
Impacto negativo en la economía local
El líder empresarial destacó que los empresarios miembros de la Canaco son los más afectados por esta situación. Pese a sus solicitudes de apoyo a las autoridades, hasta ahora no ha habido una respuesta efectiva para regular este mercado.
Rodríguez mencionó que, además de la evasión fiscal, estos comercios incurren en prácticas prohibidas, como la descarga continua de productos a través de trailers y diablitos, obstruyendo los locales y perturbando el orden.
“Hemos pedido reiteradamente a la autoridad que intervenga. La autoridad tendría que acotar en primer término a este sector con los impuestos. Estas actividades se realizan en horarios que no están permitidos, están descargando a cualquier hora y estos trailers tapan a los locales y no se suspende esta descarga de los contenedores,” denunció Rodríguez.
Consecuencias para los comerciantes locales
Además del desalojo y desplazamiento, muchos empresarios locales se han visto obligados a cambiar su giro comercial. La alta demanda de productos chinos los ha llevado a vender ropa y calzado importado en lugar de productos nacionales. Esto se suma a los elevados costos de renta y venta de inmuebles en la zona, que han incrementado hasta un 300% en algunos casos.