La casa de subastas Aguttes de París anunció el domingo que suspende la venta del Balón de Oro que Diego Armando Maradona ganó por el Mundial de 1986, y que reclama la familia del futbolista, que alega que es un bien robado.
Aguttes ha tomado esta decisión de suspender esta subasta, que estaba programada para el próximo día 6, pese a que un tribunal francés autorizó el jueves que siguiera adelante, al rechazar un recurso de la familia de la familia de Maradona.
En un comunicado, Maximilien Aguttes, uno de los responsables de la casa de subastas explica que su misión es organizar las ventas “en las mejores condiciones para nuestro vendedor como para los compradores”.
Pero reconoció que el “clima de contenciosos” y las “incertidumbres” actuales “no permiten a los aficionados abordar serenamente esta adquisición y no podemos garantizar correctamente nuestro papel de confianza”.
Aguttes hizo notar que pese al dictamen favorable a la celebración de la subasta del pasado jueves del Tribunal Judicial de Nanterre, del que se felicitan, los herederos del astro argentino han decidido presentar un recurso y en paralelo hay una investigación penal en marcha.
No obstante, una vez aplazada la subasta, invitó a los interesados en comprar el Balón de Oro, también los que no se habían manifestado hasta ahora, que se lo hagan saber y así mantenerlos informados sobre los próximos pasos de la venta.
Se especulaba con la posibilidad de que el galardón de Maradona pudiera superar los 10 millones de euros y convertirse en el objeto deportivo más caro de la historia.
El Tribunal Judicial de Nanterre dio la razón a Aguttes, que considera que el vendedor actuó de “buena fe” cuando compró en una subasta de segunda categoría en 2016 el trofeo por una cantidad irrisoria (1,20 euros, según el abogado de la familia del futbolista, Gilles Moreu).
Además, en su favor había otro elemento y es que una vez pasados tres años después de que lo adquirió, al no haber ninguna reclamación el objeto le pertenecía legalmente.