La primera presidenta de México

Brenda Rivera Sixtos columnista

Por: Brenda Rivera Sixtos

Tras semanas de intensa propaganda, debates y controversias políticas, las campañas electorales han llegado oficialmente a su fin tras los actos de cierre de los candidatos presidenciales.

Sheinbaum se presentó en el Zócalo de la Ciudad de México, Gálvez en la Arena Monterrey y Jorge Álvarez en el Máynez  Capital Fest que tuvo lugar en el auditorio BlackBerry en la Ciudad de México. Y ¿cómo les fue en redes sociales?

Los aspirantes lograron una percepción favorable superior al 60%, impulsada por el apoyo de sus simpatizantes, quienes hicieron un último esfuerzo para destacar que su candidato o candidata preferida tuvo el mejor cierre de campaña.

Además de la actividad en las redes sociales, también se han dado a conocer los resultados más recientes de las encuestas sobre las preferencias electorales. Según Reforma, Sheinbaum cuenta con un 55% de preferencia frente a un 35% para Gálvez. Por su parte, El Financiero informa un 51% a favor de Claudiay un 41% para Xóchitl. Asimismo, El País señala un 54% de apoyo para la candidata de Morena y un 36% para la candidata de la oposición.

Aunque no podemos anunciar a la ganadora hasta que concluyan las elecciones, hay una certeza: México tendrá a su primera mujer presidenta.

De acuerdo con las cifras publicadas por la Organización de las Naciones Unidas en 2021, únicamente el 7% de los gobiernos en todo el mundo eran presididos por mujeres. Este dato transforma la perspectiva sobre el gobierno en México, ya que no existe un precedente claro sobre cómo liderar una nación siendo mujer.

Al analizar las redes sociales y las inquietudes planteadas por los usuarios, destacan distintas narrativas. Entre ellas, se espera que la futura presidenta demuestre valentía para enfrentar la delincuencia organizada, proteja a la niñez y empatice con el dolor ajeno. Además, en el libro “Presidenta: Más de 100 mujeres te escriben”, en el que participaron políticas, periodistas, intelectuales, activistas, artistas, científicas e influencers de diversas edades, se coincide en que la nueva presidenta debe respetar el Estado de Derecho, tener valores sólidos y fortaleza para enfrentar los desafíos, especialmente el de la inseguridad, no tolerar la corrupción, fortalecer las instituciones democráticas y construir un futuro sostenible para la juventud.

Por otro lado, se manifiesta una desconfianza en los sistemas partidistas, ya que se percibe que ambas candidatas representan un sistema injusto, indigno, violento y voraz, que ha llevado a México a convertirse en un país donde la sociedad civil ha tenido que aprender a convivir con realidades profundamente violentas.

Por su parte, un análisis de Moody’s, la agencia de calificación de riesgo, identificó que las principales preocupaciones de los mexicanos para los comicios del 2 de junio son la delincuencia, la seguridad, la estabilidad económica, la creación de empleos, la corrupción y la transparencia. Además, la educación, la salud, la continuidad de los programas sociales y ni hablar de la revisión del T-MEC, que es crucial para el crecimiento del país.

La nueva presidenta de México se enfrentará a diversos retos en múltiples frentes. Su llegada reflejará el sentir de los mexicanos ante esta nueva perspectiva política. Lo que es seguro es que la elección de la primera mujer presidenta abre puertas y representa avances políticos y sociales en el país, pero también pone de manifiesto el largo camino que aún queda por recorrer para alcanzar la igualdad de género.

Así que, a tan solo unas horas del mayor ejercicio electoral en el país, seamos responsables, informémonos y salgamos a votar.