Médicos, especialistas y activistas piden avanzar en la definición de marcos regulatorios de dispositivos de riesgo reducido para combatir el tabaquismo.
Se llevó a cabo la edición 2024 de The E-Cigarette Summit, en Washington DC.
El gobierno mexicano prohíbe los vaporizadores injustificadamente bajo criterios de incoherencia y datos imprecisos, mientras que en diversos países, como Francia e Inglaterra, los dispositivos forman parte de políticas públicas para abandonar el tabaquismo, coincidieron especialistas y activistas reunidos en The E-Cigarette Summit, que se realizó en la ciudad de Washington DC.
De esta manera, en el marco del evento que tuvo lugar en la capital estadounidense, médicos, autoridades, especialistas y activistas de diversas regiones, coincidieron en señalar que la discusión sobre los vaporizadores debe alejarse de dogmas y prejuicios para darle cabida a la ciencia y al diálogo para privilegiar el derecho de los ciudadanos a tener acceso a alternativas de riesgo reducido para abandonar el tabaquismo.
En este sentido, el doctor Rafael Meza, miembro del Instituto de Investigación contra el Cáncer de British Columbia y quien dio el banderazo de salida a los trabajos del foro, dijo que las autoridades de los diferentes países deben revisar la amplia gama de estudios científicos que ya existen sobre el tema de los vaporizadores, así como la experiencia internacional en la materia.
Sobre este punto, refirió que el Reino Unido está a la vanguardia en materia del uso de vaporizadores, pues las autoridades acordaron incorporar el uso de dichos dispositivos en las políticas públicas para combatir el tabaquismo.
“La evidencia y el consenso es que si tienen menos riesgo que un cigarro convencional, el debate es qué tanto menos; es un poco difícil porque no tenemos la historia de gente usándolo por muchísimos años y todavía no tenemos evidencia de cuáles daños podemos tener; la evidencia es que evitan la fuente mayor de riesgo como es un cigarro tradicional, que es la combustión”, afirmó el doctor Meza.
El médico consideró oportuno que las autoridades mexicanas aprendan de la experiencia internacional y apliquen un marco regulatorio para la importación, venta, distribución y consumo de los dispositivos, pues de lo contrario, el llamado “mercado negro” seguirá creciendo, bajo el control del crimen organizado.
“Sí los productos son ilegales, creas incentivos para que grupos ilegales o cárteles en México puedan ver una oportunidad de negocio, porque alguien está vendiendo los productos, alguien los está llevando; o sea, hay grupos que están teniendo ingresos económicos fuertes”, sostuvo.
Al respecto, cabe mencionar que, en mayo de 2022, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, emitió un decreto para prohibir la venta de vaporizadores, a pesar de que en octubre de 2021 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), declaró inconstitucional prohibir la venta de los dispositivos.
Por ello, el oncólogo calificó de incoherente la política pública del gobierno mexicano, pues por un lado permite los cigarros convencionales de tabaco y, por otro lado, prohíbe la venta de vaporizadores, a pesar de que científicamente se ha demostrado que ayudan a dejar el consumo de tabaco.
Al respecto, en el foro se informó que, en varios países como Francia y el Reino Unido, las autoridades incorporan a los vaporizadores en sus políticas públicas para combatir el tabaquismo. Por su parte, Suecia, como caso de éxito, ha logrado que las personas que fuman tabaco representen sólo el cinco por ciento de la población, como resultado al acceso a alternativas de riesgo reducido como los vaporizadores y los productos de nicotina oral.
En el foro se mencionó que un estudio del Royal College of Physicians del Reino Unido, identificó que los vaporizadores son 95 por ciento menos dañinos que los cigarros convencionales, en virtud de que estos últimos generan humo por la combustión de tabaco, mientras que los dispositivos electrónicos producen sólo vapor por el calentamiento líquidos que pueden o no contener nicotina.
Sobre dicho punto, Deborah Arnott, Directora Ejecutiva de Action on Smoking and Health del Reino Unido, informó que el consumo de tabaco en la Gran Bretaña ha bajado en función de un mayor uso de vaporizadores: En el 2013, los fumadores de más de 18 años de edad representaban 18 por ciento de la población adulta y hoy en día (2024), el porcentaje bajó a 13 por ciento; en tanto, el uso de los dispositivos electrónicos subió de 2.7 a 11 por ciento en el mismo lapso, lo que evidencia los resultados alcanzados hasta el momento versus la lucha al tabaquismo.
En esa misma línea, la especialista británica reveló que la mayoría de los usuarios de vaporizadores en el Reino Unidos son exfumadores: 53 por ciento del total.
“Actualmente, ocho por ciento de las personas que vapean nunca han fumado”, agregó la especialista durante su presentación.
La también profesora de la División de Epidemiología y Salud Pública en la Universidad de Nottingham, destacó la necesidad de regular la venta y consumo de los vaporizadores para garantizar que sólo sean adquiridos por adultos, pues dejó en claro que no son artículos para menores de edad.
Dicha posición la compartió Brian King, director del Centro para Productos de Tabaco de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés), del gobierno de Estados Unidos, quien mencionó que la autorización de permisos para la venta de dispositivos ha sido muy minuciosa, precisamente para evitar el consumo de vaporizadores por parte de menores de edad, pues advirtió que han recibido peticiones de productos con colores y sabores propios para un mercado de menores de edad.
En ese sentido, el funcionario estadounidense informó que sólo han sido autorizados 23 solicitudes de más de 26 millones de peticiones.
Por su parte, Juan José Cirion Lee, presidente de México y el Mundo Vapeando, también acusó que el gobierno mexicano sustente sus políticas prohibicionistas en desinformación e ideologías obsoletas, como los decretos presidenciales que se sustentan en las muertes que ocurrieron en el otoño de 2019 en Estados Unidos y que las autoridades de dicho país aclararon que obedecieron por el consumo de líquidos adquiridos en el “mercado negro” y no por la práctica del vapeo.
Asimismo, recordó que la organización que representa solicitó, vía el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), a las autoridades de salud mexicanas el reporte de muertes por el uso de vaporizadores y la respuesta del gobierno fue que no hay casos reportados; “es decir el informe fue cero incidentes”.
“Es lamentable que las autoridades mexicanas no se den la oportunidad de participar en foros como el The E-Cigarette Summit para conocer los estudios y experiencias sobre los vaporizadores y avancen en la formación y aprobación de un marco regulatorio, pues lo cierto es que lo único que ha provocado la prohibición, es el crecimiento exponencial de productos de origen desconocido, los cuales están al alcance de menores de edad”, cuestionó el también maestro en Derecho.
Por lo anterior, el también autor del libro “El concepto de reducción de daños y los derechos humanos” arremetió contra la propuesta de reforma constitucional que presentó el pasado cinco de febrero el presidente López Obrador para prohibir los vaporizadores al equiparlos con el fentanilo.
“Es una propuesta planteada en ideologías obsoletas, con fines políticos, cerrando la oportunidad para millones de mexicanos que desean dejar de fumar”, sentenció el activista.
Por todo lo anterior, los participantes en el foro coincidieron en la necesidad de realizar este tipo de espacios de discusión y análisis, enmarcados en información objetiva y científica, para configurar esquemas regulatorios que definan la oferta y demanda de dispositivos que riesgo reducido, sobre todo en países de ingreso medio y bajo, como México, en donde se reportan los mayores rezagos en la materia.