El presidente Joe Biden arremetió contra Japón e India, acusándolos de ser “xenófobos” debido a sus políticas restrictivas de inmigración. Estos comentarios, realizados durante una recepción de campaña, podrían complicar las relaciones con dos importantes aliados de Estados Unidos en la región asiática.
Biden expresó su frustración hacia ambos países, afirmando que están enfrentando dificultades económicas debido a su rechazo a la inmigración. Esta declaración provocó un debate tanto en el ámbito nacional como internacional sobre la postura del presidente estadounidense respecto a la política migratoria.
John Kirby, portavoz de seguridad nacional en la Casa Blanca, intentó calmar las aguas, señalando que los comentarios de Biden estaban destinados a resaltar la rica historia de inmigración de Estados Unidos, en lugar de denigrar a otros países. Afirmó que los líderes de India y Japón comprenden el contexto de los comentarios del presidente.
Sin embargo, estas declaraciones de Biden subrayan los desafíos que enfrenta su administración al equilibrar la necesidad de medidas migratorias más estrictas con un compromiso continuo con los valores democráticos y la diversidad cultural.
Desde el inicio de su mandato, Biden ha enfrentado presiones para abordar la situación en la frontera sur de Estados Unidos, lo que ha llevado a la aprobación de legislación migratoria más restrictiva. A pesar de esto, el presidente busca destacar su compromiso con una política migratoria más humanitaria, en contraste con las políticas de su predecesor, Donald Trump.
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