El Ministerio del Interior británico ha dado un paso adelante en su polémico plan migratorio al detener a los primeros migrantes indocumentados que serán enviados a Ruanda. Esta medida, anunciada el miércoles, forma parte de un esfuerzo para disuadir la inmigración ilegal hacia el Reino Unido.
Las detenciones se llevaron a cabo en varias operaciones en todo el país, aunque el ministerio no especificó el número exacto de personas detenidas. Además, se ha revelado que se han reservado aviones comerciales y un aeropuerto para los vuelos chárter que se realizarán en las próximas semanas.
Este plan ha sido objeto de controversia y debate en el Parlamento británico, pero finalmente fue aprobado la semana pasada. Ruanda ha sido considerado un “país seguro” para recibir a estos migrantes, según la nueva legislación respaldada por el gobierno de Rishi Sunak.
El gobierno conservador ha logrado avanzar con esta iniciativa a pesar de las críticas y la resistencia. Se espera que los vuelos de deportación hacia Ruanda comiencen en aproximadamente 10 a 12 semanas, según estimaciones de las autoridades británicas.
Este movimiento tiene como objetivo principal abordar la crisis migratoria que se ha intensificado en la región, especialmente en el Canal de la Mancha, donde muchos migrantes han cruzado de manera indocumentada en pateras desde Francia hacia Inglaterra.
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