Se han esparcido rumores alarmantes sobre incidentes ocurridos en el puente a desnivel de Mixcoac-Insurgentes en la Ciudad de México. Usuarios de redes sociales reportaron cierres y asaltos durante la madrugada, describiendo una situación que rápidamente captó la atención pública por su aparente gravedad.
Según las publicaciones en línea, un grupo de motociclistas habría bloqueado los cuatro carriles del puente, impidiendo el paso de los automóviles. Este bloqueo forzado habría facilitado el inicio de asaltos a los conductores atrapados, quienes encontraron imposible el escape debido a las constricciones estructurales del puente. La naturaleza organizada de estos incidentes ha suscitado preocupación y temor entre la comunidad local.
Sin embargo, la respuesta de las autoridades cuenta una historia diferente. La Policía de la CDMX ha clasificado estos eventos no como asaltos, sino como arrancones—carreras ilegales de autos que a menudo se realizan en las calles de la ciudad. En una tarjeta informativa emitida por la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX, se detalló que los eventos ocurrieron en la madrugada del 26 de abril y fueron parte de una caravana de vehículos y motocicletas.
El personal de la Subsecretaría de Control de Tránsito, al llegar al sitio, identificó la actividad como carreras ilegales. Con la ayuda de equipos adicionales, dispersaron a los participantes y restablecieron el flujo vehicular, asegurando que la situación fue un malentendido amplificado por el eco de las redes sociales.
Para prevenir futuros incidentes, el Gobierno de la CDMX ha aumentado la vigilancia en el área con cámaras y presencia policial continua. Esta medida busca asegurar que la tranquilidad y seguridad de los ciudadanos se mantengan, despejando cualquier confusión y evitando el caos en uno de los puntos neurálgicos de la ciudad.