Israel, un país conocido por su éxito en la gestión del agua en medio del desierto del Medio Oriente, ha sugerido a México considerar el uso de plantas desalinizadoras como una solución para abordar la escasez de agua potable. Este enfoque ha sido fundamental en la estrategia de Israel para garantizar el suministro de agua a su población, incluso en condiciones áridas.
El país ha instalado siete plantas desalinizadoras que purifican el agua del Mar Rojo, convirtiéndola en agua potable de grado alimenticio. Según Miriam Brusilovsky, Presidenta de la Sociedad de Desalinización Israelí (IDS), estas plantas tienen un impacto ambiental mínimo y son consideradas algunas de las fábricas más limpias ambientalmente.
Estas plantas desalinizadoras, construidas a partir del año 2005, han sido parte integral de la estrategia de Israel para gestionar sus recursos hídricos. Ahora, Israel está sugiriendo a países con zonas costeras, como México, considerar la implementación de este sistema.
Mishelle Mejía, experta en administración de recursos hídricos, destaca la importancia de una estrategia integral que incluya leyes, educación, tecnología, gobierno local e infraestructura. En Israel, esta cruzada a favor del agua ha requerido la participación activa de todos los sectores de la sociedad.
La propuesta de Israel sugiere que la desalinización del agua podría ser una solución legítima y viable para países con zonas costeras que enfrentan desafíos en el suministro de agua potable. La experiencia de Israel en este campo podría servir como inspiración y guía para países como México en la búsqueda de soluciones innovadoras para la gestión del agua.