El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró este viernes que su país no aceptará una tregua ni siquiera en caso de que se reanuden las negociaciones de paz con Ucrania.
“A diferencia de la historia de Estambul (negociaciones de marzo de 2022), no tomaremos ninguna clase de pausa en las acciones militares durante las conversaciones”, dijo Lavrov en declaraciones a tres emisoras rusas, entre ellas Sputnik.
Lavrov subrayó que las futuras negociaciones con Kiev deben tener en cuenta la realidad sobre el terreno que, resaltó, es muy diferente a la que había hace dos años.
“Abogamos por convocar una conferencia que sea aceptable para Rusia y Ucrania”, señaló.
Al respecto, aludió tanto a la situación en el frente como a la anexión de cuatros regiones ucranianas en septiembre de 2022 (Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia), plasmada en la Constitución.
El jefe de la diplomacia rusa subrayó que Moscú “no tiene ninguna confianza” en Ucrania y recordó que el propio presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, prohibió por decreto las negociaciones con Rusia.
Por ello, subrayó que “las conversaciones con Zelenski son un sinsentido por muchos motivos” y llamó a rechazar la fórmula de paz que propone el líder ucraniano y que incluye la retirada total de las tropas rusas de su territorio.
Lavrov recordó que en Estambul Rusia estaba dispuesta a ofrecer “importantes” garantías de seguridad a Ucrania, aunque dejando siempre al margen a la anexionada península de Crimea y al Donbás, lo que fue finalmente rechazado por Kiev.
“Como recuerda constantemente el presidente, nosotros siempre hemos preferido las negociaciones a las peleas y las guerras”, dijo.
Rusia asegura que fue Occidente quien metió cizaña durante dichas negociaciones y convenció a Ucrania para que renunciara a la paz con Moscú.
Además, mantiene que, como gesto de buena voluntad, ordenó la retirada de las tropas del norte de Kiev, aunque los ucranianos replican que fueron sus tropas quienes expulsaron a los rusos de las inmediaciones de la capital.
“Nosotros tenemos el pleno convencimiento de que hay que continuar la operación militar especial”, comentó y subrayó que Ucrania es una “amenaza” para Rusia.
Además, aseguró que “no tiene ningún sentido” para Rusia atacar a Europa, denuncias que vinculó con la necesidad de los Gobiernos occidentales de recaudar más dinero para suministrar armamento a Ucrania.