• La Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTI) brinda servicios educativos a la Primera Infancia.
• Las familias tienen acceso al aprendizaje sobre prácticas de buena crianza.
TOLUCA, Estado de México.- Niñas y niños menores de tres de años que habitan en zonas rurales, comunidades indígenas y zonas urbanas de alta marginación, reciben Educación Inicial No Escolarizada a través de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación del Estado de México (SECTI).
Madres y padres de familia, así como mujeres embarazadas, son instruidas en prácticas de buena crianza a través de sesiones donde se promueve el juego y la interacción que propician aprendizajes para el desarrollo integral de niñas y niños.
Este programa es desarrollado por los Servicios Educativos Integrados al Estado de México (SEIEM), dependientes SECTI. Las sesiones con los tutores se enfocan a la reflexión de las prácticas de crianza favorables para la Primera Infancia que abarca desde el nacimiento y hasta los dos años 11 meses de edad, al tiempo que se prepara una transición exitosa a la educación preescolar.
De acuerdo con SEIEM, el involucramiento y la participación de las familias y demás miembros de la comunidad, ha logrado orientar favorablemente las relaciones entre personas adultas e infantes en sus actividades cotidianas.
La dependencia adscrita a la SECTI destaca que este tipo de educación debe verse como un derecho y no un privilegio, toda vez que se requiere en una etapa fundamental para el desarrollo de la Primera Infancia y porque en ella se asientan las bases del aprendizaje y el desarrollo emocional, así como las actitudes que promueven el diálogo y la tolerancia en las relaciones interpersonales.
Resaltó que la Educación Inicial impacta en la eficacia del sistema educativo, porque ayuda no sólo a mejorar los aprendizajes, sino también a disminuir los índices de reprobación y fracaso escolar, gracias a las diferentes vertientes que tiene su función social como es en el plano asistencial, que atiende las necesidades de alimentación, prevención y tratamiento de la salud.
Las autoridades educativas señalan que este modelo educativo, constituye la base sustantiva del proceso de aprendizaje a largo plazo y resulta vital para la estimulación y cuidados que reciben los infantes, para el desarrollo de habilidades sociales, cognitivas, sensoriales, perceptivas y motoras.