Una escalada de ataques perpetrados por Rusia ha dejado a más de 200.000 personas sin electricidad en Ucrania, según ha denunciado el presidente Volodímir Zelenski. En la madrugada del jueves, Rusia lanzó más de cuarenta misiles y cerca de cuarenta drones contra diversas partes del país, centrándose en infraestructuras críticas.
El presidente Zelenski condenó enérgicamente estos ataques, describiéndolos como actos de “vileza” contra la región de Járkov y su capital homónima. A través de sus redes sociales, Zelenski lamentó que solo una parte de los misiles y drones pudieran ser interceptados antes de causar daño.
Oleksí Kuleba, jefe adjunto de la oficina presidencial ucraniana, informó que más de 200.000 personas se encuentran sin suministro eléctrico en la región de Járkov, donde Rusia ha intensificado sus ataques en las últimas semanas. Además de Járkov, infraestructuras en las regiones de Kiev, Zaporiyia, Odesa y Leópolis también fueron blanco de los ataques rusos.
El ministro de Energía, Herman Galushchenko, detalló que los ataques se dirigieron contra “infraestructuras de generación y distribución” en varias regiones del país. Aunque los trabajadores del sector ya están trabajando en las reparaciones, los efectos de los ataques son significativos.
Esta oleada de ataques rusos contra el sistema eléctrico ucraniano marca una escalada en el conflicto, recordando a los devastadores golpes que dejaron a millones de ucranianos sin luz ni calefacción a finales de 2022. Además del impacto en el suministro eléctrico, las infraestructuras de generación y distribución de energía también han sufrido graves daños.
En respuesta a esta escalada de agresión, el presidente Zelenski ha vuelto a pedir a los aliados de Ucrania que actúen con urgencia para satisfacer las “necesidades críticas” del país en materia de defensa aérea.
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