El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha logrado una adquisición significativa para el patrimonio cultural de México al obtener tres documentos pictográficos que ofrecen una visión única sobre la fundación de Tenochtitlan y su contexto histórico. Estos códices, autentificados por el INAH, representan una continuación del legado de la Tira de la Peregrinación y ahora formarán parte de la Colección de Códices Mexicanos de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.
Descubriendo los Códices de San Andrés Tetepilco
Los documentos recuperados, conocidos como el Mapa de la fundación de Tetepilco, el Inventario de la iglesia de San Andrés Tetepilco y la Tira de Tetepilco, datan de finales del siglo XVI e inicios del XVII. Estos códices constan de 20 láminas plisadas en biombo y ofrecen una visión detallada de la historia y la geografía de la región.
El Mapa de la fundación de Tetepilco, por ejemplo, contiene valiosa información histórico-geográfica, incluyendo registros precisos de los topónimos de Culhuacan, Tetepilco, Tepanohuayan, Cohuatlinchan, Xaltocan y Azcapotzalco. Además, el Inventario de la iglesia de San Andrés Tetepilco ofrece una lista detallada de los bienes del templo, proporcionando una visión única de la vida religiosa en la época prehispánica.
Importancia histórica y cultural
Estos códices son más que simples registros históricos; representan una parte fundamental de la tradición escritural mesoamericana y ofrecen una nueva perspectiva sobre la fundación de Tenochtitlan. Revelan detalles importantes sobre los líderes que gobernaron la ciudad en tiempos prehispánicos, así como el impacto de la llegada de los españoles y el período virreinal en la región.
La adquisición de estos códices se considera un hito comparable con la autenticación del Códice Maya de México hace seis años. Este logro no habría sido posible sin el apoyo del Patronato INAH AC y de diversos patrocinadores comprometidos con la preservación del patrimonio nacional. Gracias a su generosidad, se logró reunir la suma de 9.5 millones de pesos para adquirir estos documentos, que durante generaciones estuvieron en manos de una familia anónima.
Un proceso de autenticación meticuloso
El proceso de autenticación de los códices fue llevado a cabo por expertos del Instituto de Física de la UNAM y la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio del INAH. Los resultados confirmaron que los códices fueron elaborados en papel amate, con una capa de yeso, laca cochinilla y tintas vegetales y de carbón. Esta autenticación meticulosa garantiza la preservación y autenticidad de estos documentos para las generaciones futuras.