La Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, volvió a tener una dramática presencia en los medios de comunicación. El pasado miércoles, un grupo de padres y familiares de los jóvenes desaparecidos, dieron portazo con la finalidad de “ser atendidos por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien encabezaba su habitual conferecia matutina. El grupo de manifestantes, procedió a derribar la llamada “Puerta Mariana”, uno de los principales accesos al Palacio Nacional en la CDMX. Para lograr su objetivo, los inconformes hicieron uso de una camioneta con logotipos de la Comisión Fedeal de Electricidad (CFE) con la que por la fuerza, irrumpieron en la sede del Poder Ejecutivo.
Pese a estas acciones, AMLO subrayó que no se reuniría con ellos, pues el grupo disidente “está compuesto, en su mayoría, por los abogados que atienden a los familiares”. Además añadió enfático: “ya es un movimiento en contra de nosotros que lleva como una semana que fueron a Gobernación y rompieron vidrios, ayer en la Lotería Nacional, es un plan de provocación clarísimo, entonces no vamos a caer en ninguna provocación”. No obstante, el mandatario aclaró que dentro de unos 15 o 20 días, se reunirá con los padres y madres de los normalistas desaparecidos, pero sin “ningún intermediario”.
La relación prevaleciente con estas víctimas, dista mucho de ser la que Andrés Manuel se comprometió a tener, al inicio de su mandato. Cabe recordar que poco antes de iniciar su administración, como presidente electo, López Obrador se reunió con ellos y se dispuso a “no fallarles…“No vamos a traicionar la confianza de nuestro pueblo”. Tras una “Comisión de la Verdad” con pocos avances, han pasado ya más de cinco años de dicha declaración y la esperanza se convirtió en “enojo, engaño y decepción”. En este escenario, los padres y madres han redoblado su presencia en las calles para presionar al Ejecutivo.
Hace unos meses, diversos familiares como Felipe de la Cruz, se mostraban molestos. De la Cruz, padre de uno de los sobrevivientes, detalló: “si en nueve años con expertos independientes, con la fiscalía encargada del caso que era mayor el compromiso, se logró avanzar muy poquito, hoy con el nuevo fiscal que desconoce totalmente todo el proceso, que está volviendo a armar el rompecabezas, entonces es difícil que en ese año pudiéramos llegar a la verdad y la justicia”. En audiencia de la CIDH en México, los familiares incluso enfatizaron que la investigación del actual gobierno “va en picado” por las presiones del Ejército.
El presidente ha insistido en que se ha entregado toda la información. También ha declarado que los manifestantes “están siendo manipulados, por el grupo que encabeza (Emilio) Álvarez de Ycaza, la CIDH de la OEA, grupos conservadores de derecha apoyados por gobiernos extranjeros que lo que quieren es hacernos daño políticamente hablando”. Sobre el portazo también dijo, “hay mano negra”, “son un caktail de provocadores”, “están recurriendo a la guerra sucia” y “Me huele más a PRI”.
La actitud preocupa. Tal parece que se busca construir una narrativa evasiva y distractora. Por ello, resulta fundamental recuperar la empatía con esos padres que hoy se sienten frustrados y abandonados. El recuento de hechos aquí presentados debe llevarnos a exigir que se retomen el diálogo, la transparencia y los compromisos públicos para resolver la desaparición de los jóvenes. Hay que recordar que los 43 de Ayotzinapa son un crudo ejemplo de lo que día a día, ocurre en cientos de rincones del territorio nacional, con la anuencia o plena participación de autoridades de todos los órdenes de gobierno. Entre el 1º de diciembre de 2018 -día en que López Obrador asumió la presidencia- y el mes de mayo de 2023, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas identificó un total de 42,029 casos; un promedio de 25 personas por día y una cada hora durante el actual sexenio.
Ante la noticia de que ahora, un estudiante de la Normal Rural, fue abatido a balazos por elementos de la policía de Guerrero en un filtro de vigilancia la semana pasada, es altamente probable que las movilizaciones arrecien, pero también la tensión y los intentos de “partidización” del asunto. La #SociedadHorizontal deberá exigir que un tema tan ejemplificativo del cancer que afecta al país, no sea colocado como un asunto más del debate electoral y exigirle seriedad al titular del Ejecutivo.