A diferencia de lo que muchos podrían pensar, la mayoría de los migrantes que llegan a Sonora no buscan ser repatriados a sus países de origen. Su mirada está fija en alcanzar los Estados Unidos, un sueño que para muchos parece lejano pero no imposible.
El Gobierno de Sonora, en un esfuerzo por abordar esta situación desde una perspectiva humanitaria, ha proporcionado asistencia médica, albergue y alimentos a más de 32,000 hombres, mujeres y niños durante el año 2023. Estos servicios buscan garantizar un tránsito más seguro por la región, un oasis en medio de su larga travesía. “El INM se encarga del tema migratorio, nuestra labor es humanitaria”, enfatiza Ruiz Romero, destacando la coordinación entre diferentes dependencias para brindar la mejor atención posible a los migrantes.
La diversidad de nacionalidades de los migrantes es vasta, incluyendo a personas de más de 20 países, principalmente de Centroamérica, pero también de África, Asia y otros continentes. Este crisol de culturas refleja la naturaleza global de la crisis migratoria y el desafío que representa para las autoridades y la sociedad en general.
Sin embargo, no todos logran continuar su viaje. Recientemente, un grupo de 106 menores de edad fueron repatriados desde Hermosillo a Guatemala, una decisión tomada por el gobierno federal en un esfuerzo por proteger a estos jóvenes. A pesar de estos esfuerzos, la mayoría de los migrantes persisten en su objetivo, alimentados por la esperanza de una vida mejor más allá de las fronteras.
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