Los piperos, encargados del transporte de agua en la región, han tomado una medida drástica al bloquear el acceso a la capital de Hidalgo, en la localidad de Tellez.
El día anterior, la comunidad ya había expresado su descontento mediante un bloqueo en la avenida Camino Real de la Plata en Pachuca. Su enojo se dirige hacia la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y la Fiscalía General de la República (FGR), instituciones que intentaron intervenir un pozo en Rancho San Isidro, Mineral de la Reforma.
Esta acción fue frustrada por los piperos, quienes defendieron el pozo que había sido rehabilitado gracias a esfuerzos colectivos y que ahora enfrenta un limbo legal.
Rosendo Briseño, voz líder entre los piperos, ha solicitado a la CONAGUA una pausa de tres meses para completar el proceso de regularización del pozo. Sin embargo, la respuesta fue un procedimiento legal iniciado por la CONAGUA, seguido de una operación de la FGR para asegurar el sitio, acción que fue impedida por los manifestantes.
La preocupación de Briseño y de los piperos radica en la severidad de la sequía que afecta a México. El cierre de este pozo no solo complicaría la situación hídrica sino que también dejaría a unas 20 colonias sin el acceso regular al agua potable. Estas colonias dependen del servicio que los piperos, con el apoyo de una fundación, ofrecen a menudo de manera gratuita.
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