En un minuto y 13 segundos se puede ver, sentir y reprobar la violencia y odio que un hombre puede ejercer contra una mujer. Itzel Alanís, una periodista todo terreno quien lleva desde hace tiempo ejerciendo el Periodismo de Impacto, publicó el video con los adjetivos antes descritos el pasado 1° de febrero. En él, se aprecia cómo un hombre golpea en el rostro y luego patea en el suelo a una mujer. Ella, empleada; él, gerente en una tienda deportiva en una plaza comercial en Naucalpan, municipio de uno de los estados donde más se cometen feminicidios: el Estado de México. Hoy se sabe, gracias al testimonio que Sarahí le da a Alanís que todo se debió a un “enojo” por un tema de facturación.
El pasado 5 de febrero, Braulio “N” fue detenido. Gracias, entre otros factores, a que un video publicado por una periodista que se ha convertido en la voz de aquellas mujeres violentadas o de las familias de las que ya no están.
La tarea que hace Itzel Alanís la ha convertido en una gran aliada de la causa feminista. Lo hace desde una causa constructivista en la que el fin mayor es que los casos terminen en manos de quienes imparten y ejercen la justicia. No busca reflector. Solo busca ser una portavoz genuina y auténtica.
Sin embargo, tenemos también la antítesis que recae en aquellos comunicadores o influencers que enamorados del clicbait tuitean o retuitean videos fuera de contexto. Algunos con mensajes editoriales manipulados. Otros simple y sencillamente no verifican las fuentes y terminan por disculparse luego de miles de likes y comentarios por haber confundido México con Gaza, por mencionar un ejemplo.
Aunque no existe una fórmula exacta para ejercer el Periodismo de Impacto, sí podríamos decir que una herramienta esencial son las redes sociales, siempre y cuando se utilicen de manera responsable. Y aunque dista de algunos teóricos, este tipo de periodismo podría caer en un Periodismo de Soluciones ya que, aunque Alanís no precisamente publica noticias positivas, la realidad es que el seguimiento que le da a las notas informativas relacionadas con violencia de género es común ver que tras semanas o meses de investigación los responsables de crímenes reciben condenas. Matizando y visto desde una justa proporción dichas noticias terminan siendo positivos y un viento positivo de quienes siguen en búsqueda de justicia.
En uno de sus últimos videos publicados en X (antes Twitter), lo acompaña con el tuit “Cuando me entere de la detención de #BraulioN fue un respiro porque tenía incertidumbre, no sabía en qué momento iba a aparecer”. Luego, en una entrevista la mujer golpeada por su exjefe narra el alivio que siente al saber que su violentador, al que buscan se le impute el delito de feminicidio en grado de tentativa, está tras las rejas.
Sí, una forma de Periodismo de Soluciones que en México hace tanta falta. Tal vez no sea el canónico, pero si lo ajustamos y adaptamos a nuestras necesidades, sin caer en el amarillismo, podría ser una bocanada de aire fresco para las causas justas que muchos colegas persiguen, informativamente hablando.
Y sí, Itzel Alanís es un ejemplo que muchos deberían (mos) replicar y entender con la delicadeza que ella lo hace.