Los osos polares están en riesgo de desaparición como consecuencia del calentamiento global. Su población ha disminuido un 30% en los últimos 45 años y se estima que puedan llegar a extinguirse en los próximos 50. Por eso el 27 de febrero, el mundo entero celebra el Día Internacional del Oso Polar.
Miden entre 2 y 3 metros de longitud y pueden llegar a pesar hasta 700 kilos, por lo menos hasta ahora, porque la mayoría de los osos polares se mueren de inanición fruto del derretimiento de los polos que les impide cazar focas para alimentarse.
En la actualidad se estima que solamente quedan 20.000 ejemplares vivos en todo el mundo por lo que la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) ya los ha incluido en la ‘Lista Roja de Especies Amenazadas’.
Cabe mencionar que el volumen de hielo en la zona del Ártico ha disminuido considerablemente, obligando a los osos polares a aguantar más tiempo sin comida. La mayoría de las veces se ven obligados a habitar en tierra firme donde solo pueden depender de las reservas de grasa, sufriendo una severa desnutrición, hecho que está acabando con la vida de la mayoría de estos animales.
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), 2030 es el año límite de la humanidad para evitar una catástrofe global. Para hacerlo, todos podemos contribuir de una u otra manera. Algunas pequeñas acciones pasan por utilizar el transporte público, ahorrar energía evitando electrodomésticos como las secadoras, disminuir nuestro alto consumo de carne o reducir el gasto de agua.
Con estos pequeños pero significativos gestos ayudarás a evitar la desaparición de cientos de especies de animales y flora como consecuencia del calentamiento global y podrás impedir, en buena medida, efectos secundarios como la subida del nivel del mar que podría hacer desaparecer a ciudades como Cartagena y Colombia.
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