“El amor es como el viento: no se ve, pero se siente”.
El amor verdadero es ese sentimiento vivido en pareja con el que muchas personas sueñan.
Conviene puntualizar que para que el amor sea verdadero es necesario que exista reciprocidad. No existe amor si uno ama pero no es correspondido.
Solo es posible crear un proyecto compartido en común de la mano de la colaboración mutua y de la voluntad de ambos. El amor verdadero viene de la mano del cariño incondicional. Ese sentimiento tan fuerte a través del que una persona conoce de verdad a otra no solo en sus virtudes sino también, en sus defectos.
No existe amor si no existe conocimiento real del otro. Por tanto, ninguna persona puede amar de verdad a otra en una primera cita o en el primer mes de noviazgo. El enamoramiento no es amor, es una etapa del amor pero no siempre deriva en este sentimiento de incondicionalidad y de aceptación plena del otro.
Amor incondicional
El amor verdadero significa respetar a la otra persona en su dignidad, comprendiendo que es un ser distinto a ti mismo. Por tanto, si de verdad le amas debes potenciarle en su libertad. Este matiz es importante para diferenciarlo de cualquier tipo de apego o de amor tóxico.
La atracción física se calma con el paso del tiempo al igual que la propia belleza corporal puesto que los años traen consigo arrugas, sin embargo, existe una forma de amor que puede perdurar y crecer: la admiración.
La admiración que sientes por el modo de ser de tu pareja o algunas de sus virtudes, por ejemplo, su capacidad de superación, su paciencia, su actitud positiva ante la vida.
Estereotipos románticos
El amor verdadero no tiene nada que ver con los tópicos de las comedias románticas. Dos personas que se quieren de verdad también discuten pero gestionan de forma asertiva sus diferencias.
El amor verdadero no se encuentra de un modo definitivo sino que se crea cada día.
Es decir, las personas que logran disfrutar de una estabilidad sentimental durante mucho tiempo buscan la fórmula de romper la rutina para afianzar su historia a través de nuevos detalles y más caminos.
La escucha activa, la humildad, el contacto físico, el tiempo de ocio compartido en común, la amistad, la fidelidad y la comunicación son ingredientes básicos en la receta del amor real. Un amor que no es solo sentimiento sino también, razón e inteligencia.
Si en tu vida aparece esa persona especial que se complementan el uno del otro, no cometas el error de dejarlo ir porque a la larga te arrepentirás y pensarás si la decisión que tomaste fue buena o mala y en muchas ocasiones el verdadero amor sólo te puede llegar una sola vez.
Tú decides si dejas pasar el tren o te subes para vivir una aventura única e irrepetible la vida del amor se trata de momentos y aprovecharlos, amar al máximo y dar el 1000% en la relación no todo será color de Rosa, tiene sus altas y sus bajas, amar en los momentos buenos que cualquiera puede hacerlo, pero amar más en los momentos malos que muy pocos se atreven.
Es mejor tomar ese riesgo a quedarte con la frase uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde.
“La vida entera nunca es demasiado para un corazón enamorado, el amor verdadero a menudo consiste en tratar de enseñarle a alguien cómo ser la mejor versión de sí mismo”.