Un tribunal de Países Bajos ha condenado a Quincy Promes a seis años de cárcel por “importar, exportar, transportar y poseer 1.362,9 kilos de cocaína oculta en un cargamento de sal marina procedente de Brasil”.
Los hechos ocurrieron en enero de 2020 cuando dos cargamentos que viajaron desde Brasil hacia el puerto belga de Amberes fueron captados por la Policía.
Por su falta de cooperación con la justicia, la policía nunca ha podido interrogar al futbolista del Spartak de Moscú y exjugador del Sevilla sobre los hechos.
Eso sí, tenían evidencias: “Se colocó un equipo de escucha en el coche del sospechoso y se le vigiló. La veracidad de la información de TCI fue confirmada, en parte, por los teléfonos incautados a otras personas en los que se encontraron conversaciones en las que participaban los sospechosos. Muchos mensajes de chat dejaron claro que ambos estaban involucrados en la entrada, retirada, transporte y venta de estos dos envíos”.