El presidente argentino, Javier Milei, y el Papa Francisco enterraron públicamente sus diferencias este domingo en el Vaticano, tras la canonización de Mama Antula, la primera santa argentina. Este gesto podría marcar el deshielo de las relaciones entre ambos líderes, que tenían un historial de descalificaciones por parte de Milei hacia el Pontífice.
Sopresa para muchos
La escena no estaba planeada y sorprendió a muchos. Después de la eucaristía en la basílica de San Pedro, el Papa se acercó en silla de ruedas hasta donde estaba Milei y ambos se saludaron con un abrazo. Mantuvieron una charla amigable y desenfadada, rompiendo el hielo entre ellos.
Este encuentro marca la primera vez que ambos líderes se reúnen. Y genera una gran expectación dada la historia de ataques de Milei hacia Francisco, alineándose con la corriente ultraderechista global.
Diálogo fructífero con el Papa
Sin embargo, los insultos cesaron desde la llegada de Milei a la Casa Rosada en diciembre, expresando su voluntad de tener un diálogo fructífero con el Papa. Ahora le reconocen como “el argentino más importante de la historia”.
A pesar de los ataques, Francisco siempre evitó responder a las provocaciones y mantuvo una actitud prudente hacia las palabras de Milei. Incluso lo felicitó telefónicamente por su triunfo en noviembre pasado.
El encuentro más significativo está programado para el lunes, cuando Francisco reciba a Milei en audiencia privada en el Palacio Apostólico. Se espera que discutan varios temas, incluyendo la posibilidad de un viaje del Papa a Argentina.
Milei llegó a Roma desde Israel acompañado por su hermana y varios ministros, y también tiene programada una reunión con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
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