El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha logrado una victoria aplastante en las elecciones presidenciales celebradas este domingo, convirtiéndose en el primer mandatario salvadoreño en ganar la reelección en casi un siglo.
Según un sondeo a boca de urna realizado por la encuestadora CID-Gallup, Bukele habría obtenido un impresionante 87% de preferencias. Aunque los resultados oficiales aún no han sido anunciados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), Bukele proclamó su victoria en un mensaje en X (anteriormente Twitter), afirmando haber ganado la elección presidencial con más del 85% de los votos y un mínimo de 58 de los 60 diputados de la Asamblea Legislativa, lo que consideró como un récord en la historia democrática mundial.
El director de CID-Gallup, Luis Haug, respaldó estos números durante una conferencia de prensa, asegurando que nunca antes habían observado una distancia tan amplia entre candidatos en una elección en El Salvador.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México (SRE) felicitó a Bukele por su reelección, expresando confianza en continuar construyendo una relación de cooperación y desarrollo mutuo entre ambos países.
A pesar del amplio apoyo popular, el plan de seguridad de Bukele ha sido objeto de críticas por supuestas violaciones a los derechos humanos, y su participación en los comicios ha sido cuestionada debido a la prohibición constitucional de la reelección inmediata.
Bukele, en una rueda de prensa antes del cierre de las urnas, rechazó las críticas de organismos de derechos humanos al régimen de excepción vigente desde marzo de 2022, argumentando que El Salvador había logrado una transformación positiva, pasando de ser “la capital de homicidios del mundo” a un país en camino hacia la prosperidad bajo su liderazgo.
El presidente defendió su gestión en materia de seguridad, destacando los logros en la lucha contra las pandillas y prometiendo continuar con el régimen de excepción hasta capturar al último pandillero. También negó las acusaciones de sus críticos sobre un supuesto ataque a la democracia, argumentando que El Salvador experimenta verdadera democracia por primera vez en su historia bajo su mandato.
Bukele asumió la presidencia en 2019 y desde entonces ha logrado reducir significativamente la criminalidad en el país. Su gestión, sin embargo, enfrenta desafíos económicos, con un bajo crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), niveles récord de deuda pública y un aumento de la pobreza extrema.
La reelección de Bukele plantea preguntas sobre los próximos pasos para abordar estos desafíos económicos y mantener el amplio apoyo popular que ha consolidado durante su primer mandato.