Competencia sin distracciones

Por: Liébano Sáenz

La competencia por el poder se debe resolver con el voto en el entorno de una contienda justa. El sistema electoral no es perfecto, pero una vista al pasado es suficiente para dimensionar el avance alcanzado. Soy de quienes piensa que uno de los grandes logros de mi generación fue construir la normalidad democrática. Aunque la polarización confunde y recrea las reservas sobre las instituciones y las prácticas electorales, habrá de prevalecer el edificio democrático.

Además de la discusión sobre los temas en la agenda pública, estimo fundamental que debe prevalecer el debate sobre el balance de la gestión del gobierno que está por concluir y así, evitar que prospere cualquier táctica de distracción como las reformas que propone el Ejecutivo, porque para un voto informado es necesario precisar a los electores que estamos ante dos caminos claramente diferenciados: la continuidad postulada por el oficialismo y el cambio que plantea la oposición.

El debate sobre los resultados del gobierno actual es urgente y debe emprenderse con civilidad, apertura y, con la convicción de que después del desenlace electoral, en bien del país, deberá transitarse a la reconciliación y concordia, no para desdibujar diferencias ni para diluir el mandato democrático, sino para dar lugar a que el país es lo que importa y que las autoridades electas deben representar a todos, esto es, dejar atrás la división que se ha impuesto y que disminuye en mucho la coexistencia de la diversidad, la calidad de la deliberación y el ejercicio de las libertades.

En este entorno es indispensable la participación ciudadana, que las elecciones sean concurridas y que las preferencias resulten de la información y del contraste entre proyectos. De allí la necesidad de la confrontación de ideas y propuestas, tarea que no solo corresponde a los partidos y sus candidatos, también a lasociedad misma. La participación no sólo se muestra en el sufragio, sino en las diversas etapas del proceso comicial.

El 18F será una nueva experiencia ciudadana de participación. Ocurre en el marco de la contienda, pero su sentido fundamental es la defensa de la democracia y de las libertades, una batalla que a todos convoca y a todos compromete porque a todos beneficia, y su deterioro, a todos afecta.