Este miércoles se dio a conocer que son 73 las personas que murieron por el colapso, el viernes pasado, de una galería de una mina de oro del oeste de Malí. Así lo indicó a la agencia de noticias AFP un encargado de la empresa minera local y un representante electo del municipio.
Oumar Sidibé, uno de los encargados de los buscadores de oro de Kangaba, en Malí, señaló a AFP que “todo empezó con un ruido; la tierra empezó a temblar y ahí estábamos más de 200 buscadores de oro. Este miércoles, cuando terminaron las labores de búsqueda, los cuerpos encontrados eran 73″. Y un concejal confirmó el balance.
En un comunicado publicado el martes, el Ministerio de Minas había informado del deceso de varios buscadores de oro, pero no se habían aportado cifras precisas. El gobierno presentó “sus condolencias más tristes a las desconsoladas familias y al pueblo maliense”. El ministerio invitó “a las comunidades de cerca de los sitios mineros y a los buscadores de oro a respetar escrupulosamente las medidas de seguridad y a trabajar únicamente dentro de los perímetros dedicados a la extracción de oro”.
Malí es uno de los países más empobrecidos del mundo, a pesar de ser uno de los principales productores de oro de África. Sus minas de oro suelen ser escenario de derrumbes mortales, que empañan una actividad peligrosa, que a menudo se ejerce de forma casera y que está insuficientemente controlada por las autoridades.
El país africano produjo 72,2 toneladas de oro en 2022 (seis de las cuales fueron fruto de la extracción artesanal). El oro contribuye en un 25% al presupuesto nacional y representó el 75% de los ingresos derivados de la exportación y el 10% del Producto Bruto Interno, según indicó en marzo de 2023 Lamine Seydou Traoré, exministro de Minas.