23 de enero

Clara Villarreal columnista
Clara Villareal
 

Bienvenida mija linda y te llamas Clara Isela…

El viernes 23 de enero de 1981 el periódico El Norte anunciaba en su portada los “Buenos días” y entre sus titulares la siguiente nota: El Presidente José López Portillo se reunió con el Primer Ministro Adolfo Suárez, en la escala que hizo en España rumbo a la India.

Mientras sus lectores leían esta y otras notas mi madre comenzaba con contracciones cada tres minutos, esto motivó a mis padres a dirigirse al Hospital Ginequito muy temprano por la mañana, llegaron directo al quirófano y después de una hora y media de labor de parto una cabecita empezó a asomarse, en cuestión de minutos el cuerpo entero corroboraba que nacía una bebé de sexo femenino, la tercera y última hija de la familia Villarreal Gutiérrez. Una vez fuera del vientre de mi madre, mi padre me recibió con la frase: “Bienvenida mija linda, y te llamas Clara Isela”, bastó con escuchar su voz; abrí los ojos y fue lo primero que vi al llegar a este mundo.

Siempre he dicho que no ha sido fácil ser Clara Villarreal, todo el tiempo me he puesto la vara muy alta, me reto y cuando logro mis metas me vuelvo a retar a mi misma, sin embargo nunca era suficiente. Pero hoy todo ha cambiado; la edad, la madurez, los tropiezos me han hecho despertar; y vaya que despertar duele, pero también estoy convencida que despertar es de valientes. Yo aún no se si sigo modorra, con las sábanas pegadas, medio despierta o muy despierta, pero de lo que estoy totalmente segura, es que he logrado afinar mi carácter, mi temperamento y he logrado encontrarme a mí misma en cada éxito y en cada fracaso.

No seré una mujer perfecta, he cometido errores donde he aprendido que estos mismos me hacen ser la mujer que soy, pero también he aprendido que al compartir con otras personas mi tiempo, compartir mis bienes y parte de mis ingresos en beneficencia; de la cual nunca había hablado, me hacen sentir completa y plena, porque nada me llevaré y en vida disfrutaré todo lo mucho o poco que tengo.

Hoy; como cada 23 de enero, es un día especial, porque reflexiono sobre el camino recorrido y las lecciones aprendidas. Celebro no solo el paso del tiempo, sino también las experiencias que me han moldeado. Al rodearme de seres queridos y compartir momentos significativos, encuentro una alegría que me llena de amor y de paz. Este día me recuerda la importancia de la generosidad y la conexión humana, valores que siempre intento cultivar en mi vida.

Hoy hace 43 años nació una mujer que se convertiría en escritora, por esto mismo quiero festejar con ustedes; mis lectores, que solo hay un día para dejar atrás los miedos, el rencor, y todo aquello que no nos permite disfrutar el estar vivos, y ese día es hoy. La culpa no es de nadie, pero la responsabilidad es totalmente nuestra. Haz esa llamada, manda ese mensaje, o has lo que tengas que hacer para llenar de amor y paz tu corazón.

Cada día es un regalo, y hoy mi regalo es la bendición de darle una vuelta mas al sol donde aquella mañana por primera vez abrí los ojos y conocí el amor mas puro.

Festejemos todos los días la dicha de seguirnos leyendo y alcemos las copas para celebrar la vida misma.
¡Salud!