El pasado 25 de febrero del año 2023, en la Ciudad de Isla Mujeres, Quintana Roo, un establecimiento fue clausurado por las autoridades municipales en un procedimiento aparentemente rutinario. Sin embargo, detrás de esta acción se encuentra una historia alarmante de falta de comunicación, discriminación y violación de derechos, especialmente en el caso de Domingo Chay Yam, un trabajador indígena maya.
Domingo Chay Yam, empleado del establecimiento en cuestión, se encontraba durmiendo en la planta alta cuando el local fue clausurado durante la noche. Al percatarse de la situación al día siguiente, se vio enfrentado a sellos que bloqueaban el único acceso al lugar. Al salir a la terraza en busca de respuestas, fue sorprendido por el personal del ayuntamiento municipal y de seguridad pública municipal. Se presume que por órdenes de la alcaldesa municipal Atenea Gómez Ricalde, el director de fiscalización municipal Hernán Magaña Vargas apoyado de la directora de seguridad pública municipal Lourdes Espin Alarcón orquestaron la agresión al empleado de origen maya Domingo Chay Yam, quien de manera sorprendente y sin brindarle la oportunidad de explicar su situación, fue esposado y detenido inmediatamente. Fue vinculado a proceso por el supuesto delito de quebrantamiento de sellos y trasladado al Centro de Readaptación Social (Cereso) de la ciudad de Cancún, Quintana Roo.
Es importante destacar que Domingo Chay Yam es una persona indígena de lengua maya y tiene limitado conocimiento del español. Además, presenta una discapacidad. Durante el proceso en Isla Mujeres, no se le proporcionó un intérprete para garantizar su comprensión y participación adecuada en el procedimiento legal.
Hasta la fecha de esta publicación, y a casi un año de los hechos, Domingo Chay Yam a quien se le ha negado la oportunidad de enfrentar su situación en libertad y se le ha puesto una medida cautelar exagerada que además lo limita para trabajar y apoyar económicamente a su esposa e hijas, permanece en el Cereso de Cancún sin que se hayan realizado avances significativos en su proceso legal. Su abogado de oficio, según denuncias, no ha tomado medidas efectivas para defender sus derechos.
Esta situación resalta la necesidad urgente de revisar los procedimientos judiciales y garantizar el respeto de los derechos de las personas indígenas y con discapacidades. La falta de un proceso justo y la ausencia de un intérprete adecuado para Domingo Chay Yam son señales preocupantes de discriminación y violación de derechos fundamentales que deben ser abordadas de inmediato por las autoridades competentes. La sociedad espera respuestas y acciones concretas para rectificar esta injusticia.
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