Los hechos ocurrieron en las calles de la alcaldía Xochimilco, donde la activista salió del penal después de visitar a un interno. Se presume que los agresores la siguieron por varias calles antes de perpetrar el crimen. A pesar de los intentos de testigos por brindarle auxilio, las heridas resultaron mortales, y el cuerpo de Samantha quedó en el interior de su vehículo.
Samantha Gómez Fonseca tenía presencia en el ámbito político, desempeñándose como “asesora” de varios legisladores locales y funcionarios. En las elecciones pasadas, se postuló como candidata a senadora por el partido Morena. Su labor en defensa de los derechos humanos le valió el reconocimiento del Congreso de la Ciudad de México.
Previo a su trágico asesinato, Samantha continuaba participando activamente en el Sistema Penitenciario Local, donde impartía talleres y realizaba eventos en beneficio de los reclusos. Las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer los motivos detrás de este violento crimen, que ha conmocionado a la comunidad y resalta los riesgos que enfrentan las personas defensoras de derechos humanos en el país.