Taylor Swift, conocida por su éxito y por ser aliada de la comunidad LGBTQIA+, se encuentra en el centro de la controversia después de que el New York Times publicara un artículo de opinión sobre su sexualidad, lo cual ha generado indignación en su equipo.
Según una fuente cercana al equipo de Swift, el artículo publicado por el Times ha cruzado límites al especular sobre la vida personal de la ganadora del Grammy. La fuente expresó a CNN Business su molestia, calificando el artículo como “invasivo, falso e inapropiado”, y señalando que algunos periodistas no dudan en traspasar fronteras cuando se trata de Taylor Swift.
“Debido a su éxito masivo, en este momento hay un agujero en forma de Taylor en la ética de la gente”, destacó la fuente, subrayando la necesidad de un enfoque más ético y respetuoso al informar sobre la vida de las celebridades.
La persona informada enfatizó que un artículo de opinión similar sobre la sexualidad de un artista masculino no sería aceptado de la misma manera, señalando un posible sesgo de género en la cobertura mediática.
El extenso artículo del Times, que especula sobre las pistas que Swift podría haber dejado sobre su identidad en la comunidad LGBTQIA+, ha sido objeto de críticas. El equipo de la cantante ha dejado claro que estas especulaciones no serían permitidas si se tratara de un artista masculino como Shawn Mendes.
En respuesta a las especulaciones, Taylor Swift, quien ha afirmado ser aliada de la comunidad LGBTQIA+, rechazó recientemente las suposiciones sobre su sexualidad en la reedición de octubre de 2023 de su álbum “1989”.
En el prólogo de “1989 (Taylor’s Version)”, Swift abordó su decisión de centrarse en sí misma, su música y sus amistades femeninas, alejándose de la atención sobre su vida sentimental. La artista, actualmente en una relación con Travis Kelce, destacó la necesidad de evitar la sensacionalización y sexualización de su vida personal.
La controversia destaca la importancia de un periodismo ético y respetuoso, especialmente cuando se trata de la vida privada de figuras públicas, recordando la necesidad de un enfoque equitativo y libre de sesgos de género en la cobertura mediática. La situación sigue generando debate en torno a la ética periodística y el respeto a la privacidad de los artistas.