Una anciana de 80 años fue salvada de morir bajo los escombros de su casa, derrumbada por el terremoto de magnitud 7,6 que sacudió Japón el lunes, al ser encontrada por un perro de rescate (Jennifer) de los bomberos de Osaka, según confirmó hoy a EFE un portavoz del cuerpo.
La superviviente octogenaria quedó atrapada después de que el primero de los dos pisos de su casa en la ciudad Wajima, la más castigada por el terremoto junto a Suzu, cediera al temblor y la vivienda colapsase.
Pese a que la probabilidad de encontrar víctimas con vida tras un seísmo descienden al cumplirse 72 horas del temblor, la anciana “estaba consciente y era capaz de responder a las llamadas” de los equipos de salvamento, que la trasladaron al hospital.
Un vídeo muestra cómo los bomberos abrazan a la anciana al encontrarla, mientras pronuncian: “Lo hiciste lo mejor que pudiste”, antes de gritar: “¡La abuela está aquí!”.
Los bomberos de Osaka tienen 90 efectivos desplegados en Wajima y hoy sumarán 87 más para proseguir con las labores de rescate en las que participan perros como Jennifer o Roger.
Los perros de rescate suelen frustrarse y entristecer cuando en una catástrofe hallan fallecidos, por lo que, a veces, los efectivos de rescate se esconden para que los encuentren y recuperen el ánimo que les hacen perder los cuerpos sin vida.
Los equipos de salvamento siguen batallando a contrarreloj para salvar a víctimas del terremoto, que deja ya 92 muertos y 242 desaparecidos, cuatro días después del temblor, en un momento en el que los suministros ya escasean.
En Wajima, 55 personas fallecieron, mientras que 23 murieron en Suzu, 5 en la ciudad de Nanao, 5 en Anamizu, 2 en Noto y una persona en Hakui y otra en Shiga.
La Guardia Costera japonesa se encuentra también buscando desde el jueves con un avión y una lancha a personas que pudieron ser arrastradas por el tsunami provocado por el terremoto, tras recibir un informe de testigos.