•González Corral comenzó esta investigación en 2018, ya que al sufrir una ruptura de ligamento cruzado anterior jugando fútbol, investigó sobre la relevancia de la lesión y encontró que son muy comunes dentro de esta disciplina deportiva.
🟢🟡 Toluca, Méx; 04 de enero de 2024. El conocer de forma personal cómo es una limitación biomecánica en la rodilla por una lesión deportiva fue la motivación de Leonel González Corral, egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), para llevar a cabo la investigación Characterization of Kinematics and Electromyography During Lunges Execution to Assess Knee Performance in Healthy Subjects, con la que ganó el Concurso Nacional de Trabajos de Investigación “Ing. Jesús Mondragón Solís”, en el XLVI Congreso Nacional de Ingeniería Biomédica.
El Concurso Nacional de Trabajos de Investigación “Ing. Mondragón Solis” está dirigido al estudiantado de licenciatura y posgrado, en donde se presentan trabajos de investigación referentes al campo de la bioingeniería, de las instituciones de educación superior de México.
González Corral comenzó esta investigación en 2018, ya que al sufrir una ruptura de ligamento cruzado anterior, jugando fútbol, investigó sobre la relevancia de la lesión y encontró que son muy comunes dentro de esta disciplina deportiva.
“Soy apasionado del deporte y quise ver cómo poder combinar mis estudios profesionales con esta ruptura, por lo que decidí titularme con una investigación sobre esta lesión”, explicó.
Para llevar a cabo la investigación, Leonel González se contactó con la Universidad Anáhuac, ya que este espacio cuenta con cámaras de captura de movimiento, en donde se podía hacer una reconstrucción en 3D de los movimientos de una persona, además de sensores inalámbricos que registraban la actividad eléctrica de los músculos de la rodilla al momento de contraerse.
Una vez que existió este primer contacto se formó un equipo transdisciplinario entre la Autónoma mexiquense y la Universidad Anáhuac, integrado por estudiantes de las licenciaturas en Fisioterapia y Medicina, además de los investigadores de la José Javier Reyes Lagos, de la UAEMéx, y Carlos Cuellar, de la Universidad Anáhuac.
Una vez conformado el equipo, reclutaron a las y los 72 participantes que debían cumplir con las siguientes características: tener una edad entre los 18 a 27 años, estar sanos y no haber sufrido una lesión física con anterioridad, para conocer cómo funciona una la rodilla de manera normal.
Las pruebas funcionales se estructuraron de acuerdo con los protocolos de rehabilitación cuando una persona sufre una lesión en la rodilla, por lo que se le pidió a las y los sujetos de estudio hacer cuatro pruebas funcionales que consistieron en hacer sentadillas, desplantes, aterrizajes sobre un pie y mantener el equilibrio sobre un pie.
Cada una de estas pruebas contaban con características distintas que tenían que ver con el apoyo de cada pie, ser dinámicas y estáticas, Conocer el correcto funcionamiento de estas pruebas fue fundamental para salvaguardar la salud de los pacientes y de las y los participantes del estudio, además de ver qué cuestiones ambientales podría favorecer el registro de los datos.
“Con esta etapa de investigación buscábamos caracterizar y tener bien definido qué es lo que podíamos ver nosotras y nosotros en personas sanas, cuáles eran las diferencias entre hombres y mujeres y también entre la pierna derecha y la pierna izquierda para encontrar diferencias y ver si era o no viable hacer este diagnóstico en personas con lesiones”, explicó.
Los resultados de la investigación concluyeron que los datos recabados en una base para atender a personas lesionadas eran favorables, lo cual permitirá a las y los fisioterapeutas conocer qué tipo de estudios se necesitan para comenzar el proceso de recuperación en una lesión de rodilla.
“La inclusión de la ingeniería biomédica es poder tener estos parámetros cuantitativos que permita al personal médico conocer que ya no hay una limitación en la flexión o una alteración en la activación de los músculos de las y los pacientes para hacer el movimiento sin ningún tipo de limitación, porque a veces los diagnósticos se quedan en parámetros cualitativos, al preguntarle al paciente cómo se siente o si tiene dolor”, apuntó.
Para Leonel González el atender una problemática que él mismo vivió le ha permitido reflexionar sobre la importancia que tiene la Ingeniería Biomédica en la investigación para aportar soluciones a las y los pacientes que sufren problemas de movimiento y lesiones motoras.
“Yo siempre quise encaminar mi carrera al área del deporte y en esta ocasión yo pude sentir en carne propia lo difícil que es recuperarte de estas lesiones, más cuando tienes el deseo y las ganas de regresar a realizar la actividad física que antes realizabas”, mencionó