La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) ha confirmado este martes que el verano boreal de 2023 se ha establecido como el más caluroso en la historia del Ártico, según su informe anual. Este récord histórico resalta la gravedad de los incendios sin precedentes en Canadá y el persistente deshielo de Groenlandia, lo que ha llevado a un llamado urgente a la acción por parte de expertos en cambio climático.
Rick Spinrad, responsable de la NOAA, enfatizó la urgencia de abordar las emisiones de gases de efecto invernadero, declarando: “El mensaje primordial del informe de calificaciones de este año es que ahora es el momento de actuar. Nosotros, como nación y comunidad global, debemos reducir drásticamente las emisiones que están impulsando estos cambios.”
El Ártico, una región altamente vulnerable al cambio climático, está experimentando cambios significativos. Estos incluyen alteraciones en los patrones climáticos, modificaciones en los ecosistemas, derretimiento de glaciares, mayor liberación de metano, reducción de la capa de hielo marino y temperaturas promedio récord durante el verano boreal.
Las temperaturas promedio entre julio y septiembre de 2023 alcanzaron los 6.4 ºC, marcando el período más cálido registrado desde 1900. El informe revela un aumento promedio de 0.17 °C por década en las temperaturas estivales, contribuyendo a un incremento anual de 0.25 °C por década. Este año se clasifica como el sexto más cálido en el Ártico, con temperaturas promedio de -7 °C.
El informe destaca el calentamiento de las temperaturas del aire y del mar, el continuo deshielo de Groenlandia y la reducción de la capa de nieve y hielo marino. La temporada de incendios forestales, la peor registrada, resultó en la destrucción de 18.5 millones de hectáreas.
Brenda Ekwurzel, directora de ciencia climática del Programa Clima y Energía de la Unión de Científicos Preocupados (UCS), advierte sobre los efectos irreversibles del calentamiento del Ártico: “Desde las tormentas de nieve más intensas hasta los calores extremos, ningún rincón del mundo evitará los efectos dadas las contribuciones de la pérdida de hielo al aumento global de los niveles del mar.”
El informe destaca la amenaza del permafrost, suelo permanentemente congelado, que al descongelarse podría liberar grandes cantidades de gases de efecto invernadero. A pesar de que actualmente quedan 2.5 millones de km2 de permafrost submarino, su descongelamiento continúa debido a la inundación oceánica y el rápido calentamiento del Ártico.
Este informe anual subraya la necesidad crítica de abordar el cambio climático y sus efectos en el Ártico, destacando la fragilidad de esta región crucial para la regulación climática global.