La Navidad es sinónimo de juntarse con familia y amigos. Para muchas personas, estas fechas son un periodo de felicidad, otras preferirían invernar hasta el 7 de enero, pero en cualquiera de los casos, es en esta época del año cuando echamos de menos a los que ya no están.
Seguramente, el primer año es el más complicado porque el duelo pesa más en todas esas primeras veces que se experimenta sin un ser querido al lado. En estas fechas, los recuerdos, la nostalgia, la pena y el dolor afloran sin querer. Es importante recordar que el duelo no es algo que superamos por completo. Es una experiencia que con el tiempo se va procesando y las emociones se vuelven menos intensas. Pero, ¿qué debemos hacer para afrontar las primeras navidades sin un ser querido?
Lejos de evitar o bloquear el pensamiento, es recomendable hablar de nuestros seres queridos, porque es algo que ayuda a curar la herida. Aunque es cierto que cada persona tiene sus tiempos, el duelo puede durar al menos un año, que es el ciclo donde vivimos por primera vez esa ausencia en los momentos importantes
Es un proceso difícil, recordar puede ser doloroso, pero hacerlo de una manera sana ayuda a aliviar ese vacío. No hay que sentirse mal por estar así, es bueno aceptar esos sentimientos sin juzgarlos, sin culpa, ya que se tiene que aprender a vivir sin ese ser especial a nuestro lado.
Síntomas físicos y psicológicos
No sólo el alma está herida; pueden aparecer también síntomas físicos como dolor de estómago, nerviosismo o insomnio. Pero tenemos que tener la certeza de que llegaremos a sentirnos mejor, con tiempo y paciencia.
Aunque pueda sonar a típico, el tiempo jugará un papel importante. Poco a poco, crearemos nuevos recuerdos y la ausencia de esa persona tan importante llegará a ser menos dolorosa. Las Navidades traen consigo ilusión, reuniones entre personas queridas, momentos bonitos que durante el año son más complicados de conseguir. Pero también es positivo recordar de una forma sana a esa persona que ya no está, acompañado de otros seres cercanos. Rememorar los buenos momentos vividos, encender una vela en su memoria, visitar un lugar que le gustara e incluso llorar para sentirse mejor. Compartir emociones es terapéutico para todos.
A veces, intentamos no hablar de esa persona para evitar que los demás sufran, pero sincerarse y decir lo que sentimos nos ayuda a reconstruirnos y empezar a elaborar una narrativa que se va a quedar en nuestra mente y que es necesario para continuar.
¿Qué podemos hacer para pasar las primeras navidades sin alguien?
Pueden darse algunas situaciones para las que no nos sintamos preparados; ver a ciertas personas, comprar regalos, cocinar… No pasa nada si no las haces este año, no temas poner límites a actividades que ahora sientes que no puedes hacer. Podrás retomarlas cuando te sientas mejor, sin obligaciones.
Permítete sentir el duelo
En estas fechas es habitual que las emociones se intensifiquen, pero permitirse sentir el duelo, llorar, escribir, hablar e incluso buscar ayuda profesional es necesario para llevar mejor esta etapa tan dolorosa.
Agradece en voz alta
Una manera muy positiva de recordar es agradecer en voz alta todo lo bueno que nos da la vida. Centrarnos en el presente, en lo que tenemos, en lo que compartimos. Las pequeñas cosas de cada día a las que a veces no hacemos caso, pero que nos ayudan a darnos confort y seguridad. El agradecimiento conlleva una sensación de conciencia, de paz y tranquilidad.
No te sientas mal por tener experiencias agradables y disfrutarlas; eso no significa que ya no eches de menos a esa persona, pero los buenos momentos hay que saborearlos y son los que nos ayudan a recomponernos.
Cuídate
Por último, es necesario cuidarse y dejarse cuidar por el entorno más cercano. Procura mantener hábitos de autocuidado, desde una dieta equilibrada, a actividad física y actividades que te gusten, algo que te ayude a cultivar la calma y la estabilidad.
Busca ayuda si lo necesitas
El duelo es una experiencia dolorosa, y cada uno necesita su tiempo para aprender a vivir de nuevo con esa ausencia.
Pero es importante recordar, que no existe una manera adecuada o inadecuada de celebrar estas navidades; si quieres acudir a eventos, hazlo; si prefieres no ir, no vayas. Lo más importante es que te cuides y te escuches, sé compasivo contigo mismo y acepta tus sentimientos, que con el tiempo irán perdiendo intensidad.