La nueva ley antimigrantes de Texas provoca miedo entre el creciente número de migrantes varados en Ciudad Juárez, en la frontera norte de México, donde los indocumentados temen que su travesía a EE.UU. se dificulte aún más.
La ley SB4, firmada el lunes pasado por el gobernador texano, el republicano Greg Abbott, autoriza a policías y jueces de Texas detener y deportar migrantes sin el debido proceso, aunque la migración es facultad del Gobierno federal de Estados Unidos.
“Esa ley que hay ahorita del gobernador de Texas, que le dio autoridad a los uniformados para que no nos dejara pasar, nos dio un poco de temor y no sabemos qué va a pasar más adelante”, dijo Elvis Romero, un migrante de Venezuela, durante su segundo intento de cruzar por la puerta 36.
“Por eso le pedimos ayuda al presidente de Estados Unidos (Joe Biden) que nos ayude dándonos asilo”, añadió.
Restricciones en medio de una nueva ola
Además del arresto de los migrantes que entren de manera irregular, la nueva ley de Abbott permite al sistema judicial de Texas encarcelar a los indocumentados reincidentes hasta por 20 años y procesar penalmente a los traficantes de personas.
Migrantes que han vendido todo lo que tienen en sus países de origen señalan que es muy duro pensar que ahora podrían quedar presos si los capturan por reincidir en el intento de cruzar, una situación que es muy común.