Piden expertos regulación a vapeadores con base en evidencia científica

 

Con el objetivo de visibilizar la urgencia de una regulación estricta e integral a los vapeadores, cigarros electrónicos o calentadores de tabaco, para combatir el tabaquismo y reducir los daños del cigarro, expertos y voceros de organizaciones como VapeoInformado, Allvape A.C. o el Instituto RIA, organizaron este miércoles un XSpace, para dialogar sobre estos dispositivos con base en la evidencia científica.

El locutor y vocero activista de Allvape. A.C., Antonio Toscano, relató que fue fumador durante 37 años y que llegó a consumir hasta tres cajetillas al día, lo que causó grandes daños a su salud, tales como hipertensión, diabetes, entre otros, pero que desde que se cambió a los vapeadores le han ayudado a mejorar su salud.

Puntualizó que las iniciativas prohibicionistas del Gobierno Federal carecen totalmente de un sustento estadístico y científico, a diferencia de países como Nueva Zelanda o Suecia, donde a través del uso de SNUS, lograron reducir a casi 5 por ciento su tasa de fumadores.

Sin embargo, sentenció que en México las autoridades se aferran a prohibir las alternativas al cigarro, lo que ha provocado que se impulse un mercado negro incontrolable e imparable, debido a que el crimen organizado ya comienza a dueñarse de este negocio, lo que pone en riesgo a los usuarios con productos adulterados y a los menores de edad.

Como ejemplo, resaltó el caso de hace unos días de dos universitarios que fueron golpeados y exhibidos desnudos en el municipio de Guasave, Sinaloa, por presuntos miembros de un grupo criminal, pues asegura que los jóvenes, sin ningún conocimiento, empiezan a vender vapeadores y no se dan cuenta que, en esa zona, el crimen organizado ya había tomado el mercado.

“Obviamente, pues ellos (los estudiantes) se sienten amenazados y con todo abuso de poder, lo sacan a la calle y obviamente le quieren dar una lección, pero la lección se la están llevando el Gobierno, porque ya nos estamos percatando que el crimen organizado está tomando este producto y el estado no está haciendo nada por detenerlos, inclusive, acabamos de ver que el presidente (Andrés Manuel López Obrador) lanza una amenaza muy contundente, para decir que él va a prohibir los vapeadores”, aseguró.

Por su parte, Romina Vázquez, integrante del Instituto RIA, dio a conocer los resultados del estudio que realizaron sobre la incidencia en política de drogas en tema de vapeo, con el propósito de informar los patrones de consumo y para desmentir la alerta sanitaria de Cofepris en la que aseguran que de que los vapeadores son peores que el cigarro convencional.

Explicó que realizaron dos encuestas, una dirigida a personas usuarias y otra a comerciantes de vapeadores y cigarros electrónicos, en la que obtuvieron un total de 405 respuestas.

De acuerdo con los resultados, el 80% de los encuestados aseguraron que dejaron de fumar completamente al hacer uso de estos dispositivos electrónicos, lo que, afirmó, comprueba que sí ayudan a dejar este hábito, “lo cual es uno de los objetivos mundiales que se tienen debido al daño que estos causan”.

Destacó que la mayoría de los entrevistados son hombres, predominantemente entre 30 y 59 años, lo que demuestra lo contrario a la percepción que el Gobierno Federal ha intentado difundir, de que la mayoría son menores de edad, pues informó que sólo el 0.25 por ciento de los que contestaron, eran menores de edad.

Mientras que el 99% de las personas encuestadas apoyan el acceso a estos productos como una alternativa menos dañina y que el 95% no ha experimentado problemas de salud debido al uso de nicotina, aunque recordó que la mayoría son personas ex fumadoras.

A su vez, el 99% percibe un impacto directo de la prohibición en el mercado, mostrando preocupación por la adquisición de estos dispositivos a través del mercado ilegal y la falta de parámetros para tener productos de calidad.

La integrante del Instituto RIA reveló que también analizaron vapeadores que encontraron en distintos puntos de la Ciudad de México y del Estado de México, pues no querían que el único análisis existente en el país sea el elaborado por la Cofepris ante su postura absolutamente prohibicionista: “necesitamos obviamente la contraparte”.

Sin embargo, señaló que aunque se buscó analizar estos productos en laboratorios mexicanos, ninguno aceptó realizarlos, por lo que tuvieron que gestionar pruebas en un laboratorio en Colombia, al cual pudieron acceder con la ayuda de la organización colombiana “Acción Técnica Social”.

“Estos análisis fueron cruciales, ya que a diferencia de lo que nos ha dicho Cofepris, las personas usuarias no ingieren el líquido directamente, sino que inhalan el aerosol generado y también en el marco de que Cofepris presentó hallazgos en la alerta sanitaria, sobre estos compuestos ocultos, alegando su alta toxicidad y ausencia de aprobación; sin embargo, encontramos severas contradicciones, porque estos compuestos están aprobados por la Cofepris, la mayoría, lo que limita la precisión de las conclusiones”, mencionó.

Ante estos resultados, Romina Vázquez hizo énfasis en el deber que tiene la Cofepris de informar y proteger la salud pública, evaluando los productos de consumo incluyendo estos análisis químicos de manera transparente y eficiente, pues aseguró que en la divulgación del análisis de los líquidos de los vaporizadores, no se ha seguido esta misión por su ideología prohibicionista.

“Su respaldo a una prohibición sin fundamentos constitucionales, contribuye al surgimiento de un mercado irregular ilegal de productos de calidad dudosa y origen incierto, lo que representa un peligro para los consumidores y especialmente también para las personas menores de edad que consumen, que son la que son la minoría, pero también se tiene que tomar en cuenta esto”, sentenció.

En su intervención, Marcela Madrazo, maestra en salud pública y en epidemiología, y directora general de VapeoInformado, aseveró que la peor política pública en materia de salud, respecto a los vapeadores, es la prohibición, debido a que lo único que ocasiona es “abrir la puerta giratoria del mercado negro”, pese a que los usuarios quieren tener acceso a productos que sean seguros, donde la autoridad sanitaria como Cofepris, pueda ir y verificar el contenido y calidad de estos dispositivos.

Aseguró que las iniciativas o regulaciones se tienen que tomar con base en la evidencia científica y no en la creencia, pero en México las decisiones se están tomando con base en la creencia, pues autoridades como el ex subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, se atreven a afirmar sin sustento que los vapeadores son más letales que el tabaco.

“Lo que se hizo fue que tomaron muestras de productos evidentemente (comprados) en el mercado ilegal, y nos sacaron toda la información donde, aparentemente, el doctor Hugo López Gatell, se atreve a afirmar que son más letales que el tabaco, lo cual evidentemente no tiene ningún sustento”, dijo.

Señaló que la Secretaría de Salud y la Cofepris basaron su prohibición en la primera evidencia científica disponible cuando se dieron a conocer en Estados Unidos los casos de muertes y hospitalizaciones por lesiones pulmonares conocidas como EVALI, en 2019, en donde se aseguró que fue por el uso de vapeadores.

No obstante, indicó que instituciones sanitarias como el Centro de Control de Enfermedades y Prevención de EU, comprobaron que los afectados por Evali habían consumido vapeadores con líquidos que habían obtenido en el mercado ilegal que contenían THC y acetato de Vitamina E, sustancias que están prohibidas para usarse en estos productos.

Reconoció que el problema es que las autoridades nacionales no hicieron una rectificación de la política pública con base en esa evidencia científica que surgió para comprobar la procedencia de los líquidos adulterados, por lo que “sigue el empeño de prohibirlos”.

Argumentó que se debe visibilizar los casos de éxito en los países que han regulado los vapeadores y que han logrado bajar la tasa de prevalencia de los fumadores, tales como Nueva Zelanda, Reino Unido, Suecia o Japón y que en contraste, en México la tasa de tabaquismo creció del 19.1% al 19.5, pese a las prohibiciones.

“Hoy lo que tenemos son testimonios de fumadores que señalan que al haber dejado de fumar y ahora estar vapeando, pueden percibir mejoras en su salud. Con esta información es con la que tenemos que trabajar, pero no hay que dejar de lado que se tiene que hacer más investigación en la que participen, científicos, médicos, químicos físicos, ex vapeadores, especialistas en políticas públicas y la sociedad civil organizada”, finalizó.

Los expertos y activistas enfatizaron que la regulación a los vapeadores y cigarros electrónicos, basada en la evidencia científica, debe ser la vía para proteger a los menores de edad, reducir los daños a la salud del tabaquismo, evitar la ilegalidad y para brindarle a los fumadores la oportunidad de elegir libremente opciones menos riesgosas para que dejen el cigarro.