Bolillos y Memes en Tiempos de Temblores
Cada vez que la tierra tiembla en México, una tradición peculiar emerge: los memes de bolillos inundan las redes sociales y, en algunos casos, personas benevolentes salen a las calles para repartir este popular pan. Pero, ¿realmente sirve el bolillo para calmar el susto? Vamos a explorar esta curiosa tradición y desentrañar si tiene algún fundamento científico.
La Tradición del Bolillo Después del Susto
Ante situaciones de miedo o estrés elevado, especialmente después de eventos como sismos, la idea de comerse un bolillo para mitigar el susto ha sido transmitida, sobre todo, por personas mayores. Pero, ¿qué hay detrás de esta práctica y tiene algún respaldo científico?
Respuestas del Cuerpo ante el Miedo
Cuando nos enfrentamos a situaciones amenazantes, se activa el sistema nervioso simpático, preparándonos para la lucha o la huida. Este proceso implica cambios fisiológicos significativos, como el aumento de la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la dilatación de las pupilas. Se libera adrenalina y noradrenalina, aumentando el metabolismo y la demanda de glucosa por el cerebro.
El Rol de la Glucosa y el Bolillo
En este contexto, se argumenta que comer un bolillo (u otro alimento) proporciona la glucosa necesaria para el cerebro en momentos de elevado estrés. Según Eduardo Calixto, investigador en Neurociencias por la UNAM, esta diferencia solo es notable en ayunos prolongados de más de 8 horas durante situaciones amenazantes.
¿Absorbe la Bilis?
Calixto aclara que cualquier alimento ingerido en situaciones de riesgo cambia el pH estomacal y afecta la generación de acidez gástrica. En este sentido, el bolillo cumple su función, pero otros alimentos como frutas, fibra, leche o yogur también lo logran.
Beneficios del Apego y la Oxitocina
Contrariamente, el profesor de la Facultad de Psicología de la UNAM señala que abrazar a las personas o simplemente acompañarlas en situaciones complicadas tiene más beneficios fisiológicos. La liberación de oxitocina, la hormona del amor y del apego, contribuye a generar certidumbre y facilita la recuperación.
Bolillo, Apego y Recuperación
En conclusión, el bolillo sí puede aportar algo de alivio en situaciones de susto, especialmente en ayunos prolongados, pero no es la única opción. La tradición, aunque arraigada, comparte espacio con gestos más reconfortantes, como abrazar y acompañar a quienes enfrentan momentos difíciles. La clave podría residir en la combinación de estas prácticas para fomentar una recuperación más rápida y efectiva.