El viernes, los enfrentamientos volvieron a estallar en la Franja de Gaza, marcando el fin de una tregua de una semana entre Israel y Hamás. La expiración de la tregua provocó una rápida escalada de violencia, con más de 100 palestinos muertos hasta el momento, según informaron las autoridades del movimiento islamista en el enclave.
En las primeras horas de la mañana, el ejército israelí reanudó los bombardeos y los disparos de artillería sobre Gaza, mientras que los milicianos palestinos respondieron disparando cohetes hacia Israel.
Al sonar las primeras explosiones, miles de habitantes comenzaron a huir hacia hospitales y escuelas, que se convirtieron en campamentos improvisados para desplazados.
El Ministerio de Salud en Gaza, controlado por Hamás, reportó más de 100 muertos, incluyendo niños, como resultado de los nuevos bombardeos israelíes. Espesas columnas de humo gris se elevaron desde la Franja de Gaza como consecuencia de los ataques.
La reanudación de los combates frustró las esperanzas de extender la tregua, que estuvo en vigor desde el 24 de noviembre y permitió la liberación de rehenes a cambio de presos palestinos en manos de Israel, además de facilitar el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza.