Autor: La redacción
Mucho se habló en la semana sobre el triunfo de la selección mexicana de fútbol ante Honduras para acceder a la próxima edición de la Copa America.
¿Por que hablar de fútbol? Para muchos podría ser un tema irrelevante, mero entretenimiento, sin embargo, para un país como México, hablar de este deporte despierta cierta animadversión y, por supuesto, la pelota puede ser utilizada para mandar mensajes sociales importantes e incluso análisis de quienes somos.
¿Qué es hoy la selección mexicana? Respuesta rápida: un producto. Un producto mal logrado que materializa lo dicho por el mejor jugador mexicano en la historia, Hugo Sánchez; en Mèxico impera lo que económico por encima de lo deportivo.
La selección mexicana vende y genera muchos billetes, sobre todo del otro lado de la frontera donde la comunidad está ávida de algo con que identificarse. Revelando una falta de identidad con la basta y rica cultura nacional de la que el fútbol solo es una pequeña parte.
Este producto defectuoso se aprovecha de esta realidad binacional para disfrazar un desempeño pobre y resultados mediocres, revelando también una visión muy a menudo cortoplacista a la que solo le importa la imagen superficial y los ingresos, estamos hablando de fútbol ¿por qué suena familiar?
La afición estuvo tuvo opiniones muy diferentes frente a este partido. Hay quienes, aún viendo un desempeño pobre, ciegamente apoyaban al conjunto tricolor y otros que le deseaban la derrota e incluso apoyaban al rival. Y esto revela también parte de quienes somos, defendiendo una causa sin bases sólidas o deseando el mal a los propios, al final de cuentas, como desde los primeros días del México independiente, siempre divididos en los extremos. ¿Por qué vuelve a sonar familiar y vigente en otros ámbitos?
Exigencia y trabajo con base en resultados es algo que no existe porque a cambio de un resultado mediocre hay quienes defienden la causa sin cuestionar, aunque parezca que la conversación está yendo a otro ámbito, seguimos hablando de fútbol y dicho partido lo demuestra, sin demeritar al rival y reconociendo el evidente crecimiento en su fútbol, el encuentro demuestra una evidente decadencia de este producto de por sí defectuoso.
Afortunadamente hay otros ejemplos del deporte mexicano que también son muestra de quiénes son los mexicanos, trabajadores, esforzados, con resultados de excelencia, decididos y dedicados como la selección de nado sincronizado, clavadistas olímpicos ,nuestros taekwondistas, todos ellos “de oro” y quienes han logrado sobresalir aún sin apoyos. De quienes sin duda la selección mexicana tiene mucho que aprender.