Hace un año, Jesús Ociel Baena Saucedo hizo historia al convertirse en la primera persona no binaria en asumir un cargo judicial en México. Sin embargo, su legado se vio “empañado” el lunes pasado, cuando Baena y su pareja fueron encontrados sin vida en su hogar. Este suceso ha desencadenado un llamado urgente de la comunidad LGBTQ+ en México para investigar si su muerte está vinculada a la promoción de los derechos de las personas no binarias.
Las autoridades estatales han señalado a la pareja de Baena Saucedo como responsable de su muerte, lo que ha generado interrogantes sobre la posibilidad de que se esté siguiendo el patrón de desestimar las muertes de personas LGBTQ+ como crímenes pasionales.
En redes sociales, en los últimos días, el concepto de “Magistrade” ha generado más de 300 mil menciones donde el mayor porcentaje de la narrativa (un 52%) se centra en condolencias hacia Baena así como publicaciones de usuarios que piden respeto ante su muerte y exigen que se haga justicia. Un 11% de la audiencia resalta su labor en la lucha de los derechos de las personas LGBTQ+, mientras que un 10% comparte mensajes de odio hacia la comunidad. El resto de los usuarios cuestiona la justicia en México y dan seguimiento a las actualizaciones del caso.
Otro de los ejes que los usuarios comparten es la información proporcionada por el fiscal general de Aguascalientes, Jesús Figueroa Ortega, la cual ha generado escepticismo, especialmente porque comparte detalles antes de concluir la investigación. De acuerdo con los expertos, ésto puede influir en la percepción pública del caso y moldear el relato.
Si revisamos las cifras, en América Latina, México se encuentra en el segundo lugar en crímenes de odio en contra de la comunidad, un tema persistente. A pesar de que el “Magistrade” influyó en cambios significativos en la sociedad mexicana, aún hay camino por recorrer. Su muerte plantea desafíos cruciales sobre la seguridad y el respeto hacia la diversidad de género en México, cuestionando la urgente necesidad de abordar los discursos de odio y la violencia contra la comunidad en el país.
Por: Brenda Rivera Sixtos.
