Por: Brenda Rivera Sixtos
Esta semana arrancaron de forma oficial las precampañas presidenciales en México, por lo que Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Samuel García tendrán 60 días (hasta el 18 de enero del 2024) para presentar sus propuestas, estrategias e ideas para ganar reconocimiento y respaldo entre los votantes.
En redes sociales, ya se percibe la intensa competencia entre los candidatos ya que Claudia publicó un video donde señala que no quiere reconciliarse con la corrupción y los privilegios, mientras que Xóchitl decidió hablar sobre su trayectoria y advirtió que, junto con los mexicanos, abrirá las puertas del Palacio Nacional para todos. Por otro lado, Samuel García optó por resaltar sus logros como gobernador de Nuevo León.
Los tres publicaron sus spots en las principales redes sociales, Facebook y X (antes Twitter), siendo Xóchitl Gálvez la candidata que generó el mayor número de reproducciones en ambas redes (más de 1.1 millones), García generó más de 700 mil y Sheinbaum más de 280 mil.
Sin embargo, existe un caso particular en la precampaña del “gober” de Nuevo León, pues además de su publicación, su esposa, Mariana Rodríguez también compartió un video. Con una duración de 33 segundos y únicamente haciendo referencia a un contenido anterior sobre sus tenis “fosfo fosfo”, tan solo en Facebook ya logró generar más de 1.8 millones de reproducciones, superando a los tres candidatos. Ésto sin considerar las más de 7.6 millones de reproducciones en Instagram y las 258 mil en Tik Tok.
La influencia de “La Chavacana Mayor” ha generado controversia en el ambiente sociodigital, ya que si analizamos su conversación, destacan conceptos como: pareja de instagramers, millones de fans, generación de jóvenes, primera dama, entre otros.
Si nos adentramos más, tanto líderes como la opinión pública coinciden en que Samuel García aún no cuenta con estructura y conocimiento suficiente. Sin embargo, aventaja con su presencia en las redes. También, se cuestiona si la “fórmula influencer” que llevó al “gober” a liderear Nuevo León, podría funcionar para todo México, pues recordando una publicación de El País, la influencer “hizo un gobernador a golpe de likes”. Además, de acuerdo a diversas encuestas, Samuel va ganando terreno en la competencia.
Es evidente que las redes sociales mantienen un papel importantísimo en las campañas electorales, ya que no solo se trata de la inversión del dinero para la generación de contenidos, sino la estrategia misma.
En el marco del mayor proceso electoral que tendrá México en 2023-2024, comprobaremos si empezando una carrera como influencer existe la probabilidad de llegar al Senado, o mejor aún, de ser un activo importante para llegar a la Presidencia de México.