En un llamado urgente desde la ventana del Palacio Apostólico, el papa Francisco instó hoy a la pacificación de Oriente Próximo, subrayando que “todo ser humano tiene derecho a vivir en paz”. Asimismo, el líder religioso solicitó no pasar por alto otras naciones en conflicto, mencionando específicamente a Ucrania y Sudán.
Durante el rezo del Ángelus dominical, el pontífice expresó su preocupación por la “gravísima situación en Israel y Palestina”. “Estoy cerca de todos los que sufren, palestinos e israelíes; los abrazo en este momento oscuro”, afirmó. Francisco hizo un llamado a detener las armas, señalando que el conflicto actual no conduce a la paz y solicitó ayuda humanitaria inmediata para la población exhausta en Gaza.
“Basta, hermanos, basta. Que en Gaza se socorran inmediatamente los heridos, se protejan los civiles, se hagan llegar muchas más ayudas humanitarias a esa población exhausta, se liberen los rehenes, entre los que hay muchos niños y ancianos”, enfatizó el papa.
Enfrentando a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro, el pontífice instó a “no perder la esperanza” y a “trabajar sin descanso para que el sentido de humanidad prevalezca sobre la dureza de los corazones”.
Además, el papa Francisco hizo un llamamiento para recordar a Ucrania, que lucha contra la invasión rusa, y destacó la guerra civil en Sudán como un conflicto que persiste, causando numerosas víctimas y millones de desplazados internos. “Estoy cercano a los sufrimientos de esas queridas poblaciones de Sudán y lanzo un llamamiento encendido a los responsables locales para que favorezcan la entrada de ayuda humanitaria y, con la ayuda de la comunidad internacional, trabajen en la búsqueda de soluciones pacíficas”, concluyó el papa Francisco.